Un total de 251 medicamentos de los que se fabrican en Cuba están en falta, lo que representa el 40 % de los del cuadro básico.
De los 12 medicamentos de tarjeta control de mayor número de pacientes inscritos, por ejemplo, terminaron afectados cinco de ellos, reconoció este martes Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, durante una reunión del parlamento cubano.
En este grupo, la fluticasona quedó en el proceso de distribución; el dinitrato isosorbide y la merformina en producción; el enalapril afectado por falta de materia prima; y la warfarina por rotura de equipamiento tecnológico.
Los medicamentos oncológicos, por su parte, han presentado inestabilidad en las entregas durante todo el primer semestre del año, explicó el funcionario.
Asimismo, de los analgésicos, no hay dipirona de 500 mg en tabletas, ni aspirina de 500 mg en tabletas, mientras que con respecto al paracetamol 500 mg tabletas debe llegar en agosto el principio activo para dos meses de cobertura, aseguró Martínez Díaz.
De los fármacos para la insuficiencia cardíaca se mantiene afectado el carvedilol.
Otros importantes medicamentos en falta son: azitromicina, metronidazol, cotrimoxazol, amoxicilina (oral) y vancomicina inyectable.
El funcionario dijo que las causas de los problemas en la producción de medicamentos son la no disponibilidad de las materias primas y materiales necesarios para la producción (en el 94 % de las de los casos); y las roturas en las plantas de producción (6%).
Como es habitual en la retórica de los dirigentes del régimen, Martínez Díaz culpó de la crisis de la industria que dirige al embargo estadounidense y la situación mundial.
Sin embargo, BioCubaFarma mantiene una línea de producción que le ha permitido exportar sus productos a 73 países, a pesar de que no satisface la demanda de medicamentos en Cuba.
El discurso oficial, lejos de asumir su cuota de responsabilidad, continúa acusando a Estados Unidos y el embargo de la razón por la que no hay medicinas en Cuba, argumento que para muchos expertos en relaciones internacionales es insostenible, por la propia naturaleza que sostienen las sanciones contra el gobierno comunista cubano.
Recientemente, el Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) denunció la persistente escasez de medicamentos para controlar la hipertensión en la provincia de Villa Clara.
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