El padre de Leandro Naun Hung, párroco de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, comenzó a recibir fisioterapia para acelerar su rehabilitación tras un machetazo recibido durante un violento robo a su vivienda.
"Nada volverá a ser como antes pero estamos fluyendo a una nueva etapa de la vida con el favor de Dios. Todavía quedan batallas por vencer en esta guerra del día a día del cubano", expresó en una publicación en Facebook el párroco santiaguero, donde informó del inicio del tratamiento.
En un video se muestra al anciano recibiendo la terapia, que incluye calor infrarrojo, y ejercicios de estimulación en algunas zonas de su cuerpo que quedaron dañadas por el brutal ataque.
El anciano, que recibió un machetazo en la cabeza entre otras lesiones, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. No obstante, los médicos consideraron que la herida no llegó a provocarle daños cerebrales.
Sin embargo, ha perdido movilidad en algunas zonas del rostro y debe usar un soporte cervical temporalmente, según se aprecia en el video.
La agresión tuvo lugar en la madrugada del pasado 6 de junio, cuando tres individuos enmascarados ingresaron a la casa de la familia y comenzaron a robar, pero fueron descubiertos por la madre del párroco, la cual fue severamente golpeada.
El anciano corrió en auxilio de su esposa pero los agresores le dieron múltiples patadas y un machetazo en la cabeza que lo dejó varias semanas en estado grave.
Tras el robo, el arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García, se pronunció contra la escalada de violencia en el país, y pidió "que la vida honesta y segura que necesitamos y merecemos se adueñe de nuestras ciudades y hogares".
El prelado relató la agresión que sufrieron los padres de Naun Hung y dijo que la misma se inscribía en la ola de violencia que afecta Cuba y que ya ha cobrado la vida de decenas de personas.
En los últimos tiempos, el número de acciones violentas, robos con armas blancas y otros hechos delictivos preocupan a la población, que urge a las autoridades a hacer más por detener la creciente criminalidad en Cuba, en lugar de destinar recursos para reprimir a opositores y activistas pacíficos.
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