Ha vuelto a suceder. La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en el Vedado habanero, ha sido víctima del vandalismo de un grupo de jóvenes que lanzaron piedras contra su fachada.
“Eran aproximadamente las 6 de la mañana cuando quien había quedado al cuidado de la casa parroquial me llama para decirme que un grupo de jóvenes que pasaba por el parque lanzó una piedra contra el cristal superior de la puerta de entrada a nuestra casa parroquial”, denunció este domingo el padre Lester Rafael Zayas Díaz.
En una publicación de sus redes sociales, el sacerdote católico volvió a quejarse de la “creciente ola de indisciplina social” y nuevamente pidió a las autoridades que tomen cartas en el asunto y no normalicen la violencia en la sociedad y contra las instituciones religiosas.
“Hechos como este, (…) nos hacen pensar que nuestra Habana se aleja cada vez más de aquellas altas cuotas de civismo y elegancia que otrora la caracterizaban”, lamentó el párroco, que compartió una fotografía para mostrar la ventana de cristal que rompieron los vándalos.
Asimismo, se quejó del abandono y suciedad del parque que se encuentra a un costado del templo, cito en la calle Línea entre C y D.
“Se ha convertido en un auténtico peligro tanto en cuanto a la seguridad personal de los que lo frecuentan, como al peligro que supone la insalubridad debido a la suciedad y abandono que parece querer quedarse para siempre”, afirmó el padre Zayas.
En anteriores ocasiones, el sacerdote ha denunciado episodios parecidos contra su parroquia y otros templos, los cuales empiezan a ser sospechosos por su frecuencia y motivan la alarma entre la comunidad cristiana, que se pregunta qué hay detrás realmente.
“Frente está el Partido Municipal, que no les interesa nada. Vigilan otra cosa”, dijo este domingo el usuario identificado como Pedro Luis García en los comentarios a la publicación del párroco.
“No es nada nuevo, en tiempos del padre Fernardo Aporta entraron a la Casa Parroquial a robar. Estando en la Universidad, en más de una vez tiraron huevos a la Iglesia La Pastora; todavía Emilito no era Obispo. Un poco más cerca, un Jueves Santo, a plena luz del sol, un ladrón en el techo de la Casa Parroquial”, enumeró la usuaria Susy Pérez del Sol.
“Vivimos en un caos permanente, impera la ley de la selva y la desidia campea. No hay derechos, deberes ni obligaciones ¡Para NADIE!”, opinó por su parte Bárbara M. Díaz.
Ante el aumento de la inseguridad, Zayas Díaz indicó que “necesitamos con urgencia una auténtica restauración de lo social para que hechos lamentables como este dejen de suceder. Y que de esta forma no se normalice lo mal hecho”.
Sin embargo, las protestas del párroco y de la comunidad cristiana de Cuba parecen caer en saco roto. “En fin querido Lester, podemos hacer un serial completo de Tras la Huella, pero tristemente sin solución”.
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