El cineasta cubano Miguel Coyula y su esposa la actriz Lynn Cruz denunciaron el caso de un anciano cubano que fue internado en un asilo en contra de su voluntad.
En un documental Coyula muestra la historia de abandono que sufre el anciano Francisco José Castillo Chávez, quien fue expulsado de su vivienda por su hijo e internado en contra de su voluntad en un asilo.
Castillo vivía en su apartamento en La Habana con su hijo y su perra. El hijo comenzó una relación con una mujer y esta se fue a vivir a la casa, llevando consigo a sus dos hijos y a sus padres.
En poco tiempo la perra fue la primera en ser expulsada a la calle. Posteriormente llegó el turno al anciano.
Castillo fue recluido contra su voluntad en el asilo Chung Wah. El hijo es enfermero y tiene una relación con doctora. Ambos fueron responsables de internar al anciano en el asilo, a pesar de que tiene allí las atenciones mínimas, porque estos centros no cuentan con recursos suficientes para garantizar calidad de vida.
El anciano se siente deprimido, desorientado, no tiene apetito y presenta problemas de salud, especialmente tiene muy delicada su piel. Su familia no lo visita y esto hace que pierda el deseo de vivir.
Tiene una hija en Miami que se ocupa de enviarle dinero y de pagar alimentos, pero al investigar bien ha descubierto que su padre no está en casa y probablemente todos sus esfuerzos no estaban llegando al anciano sino a otras personas.
Esta historia real se construyó con la grabación de audios clandestinos, porque el régimen no permite que se hagan videos en las instituciones públicas.
El cineasta muestra, de modo sutil, los esfuerzos que hacen cada día los profesionales de la salud comprometidos con sus pacientes para trabajar en Cuba, porque no tienen nada para garantizar un correcto servicio.
El gobierno no destina suficientes recursos a la atención de los casos sociales. No tienen ni ropa para dar a los internos en el centro. El audiovisual también refleja cómo la entrada a un asilo se puede "arreglar" cruelmente, para quitarse a un viejo del camino.
Estas instituciones son conocidas en el mundo entero como lugares vulnerables, donde confluyen muchas historias de vidas de personas que por distintas razones no llegan a disfrutar el final de sus días con su familia.
El documental es dinámico, emotivo e invita a reflexionar sobre la situación de abandono que sufren miles de adultos mayores en Cuba, un país marcado por las carencias, por la división de la familia y las mezquindades humanas que surgen por doquier tras largas décadas de escasez y miseria.
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