La Habana es sede este 31 de octubre del X Foro Urbano que acoge a representantes de Cuba, Panamá y Costa Rica para debatir sobre políticas urbanas en esos países, en el Día Mundial de las Ciudades.
Financiados por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), como parte del programa Octubre Urbano, en el Palacio de Convenciones se reúnen también especialistas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Asentamientos Urbanos (ONU-Hábitat).
El encuentro promovido desde la capital cubana busca “construir alianzas para un futuro urbano sostenible”, según el reporte de la agencia oficialista Prensa Latina.
La nota hace énfasis en que “uno de los retos más importantes de las metrópolis es resistir los desastres naturales, que últimamente afectan a tantos núcleos urbanos” y añade que estos se ven cada vez más golpeados por “eventos relacionados con el clima, como inundaciones, sequías, olas de calor, tormentas, deslizamientos de tierra, entre otros”.
Sin embargo, el reporte obvia que la sede del foro también está afectada por otras condiciones, como el creciente deterioro constructivo de sus edificaciones, debido al abandono y la desidia de las autoridades gubernamentales. Una acumulación de problemas urbanos que se convierten en otros retos a enfrentar.
El destrucción gradual que ha sufrido por La Habana durante los últimos 50 años resulta en un paisaje urbanístico visible a todas las miradas y que no enorgullece al local ni al foráneo. Los problemas constructivos de la capital cubana incluso han cobrado la vida de muchas personas, sobre todo en las zonas más antiguas de la ciudad.
Uno de esos sucesos ocurrió a inicios de este mes, cuando tres personas perdieron la vida y otras 13 familias resultaron afectadas, tras el derrumbe de un edificio de tres pisos en La Habana Vieja. Dos de los fallecidos eran bomberos que quedaron atrapados tras el desplome del inmueble.
Las redes sociales funcionan como fuentes de información y denuncia en estos casos. En ellas también circulan fotografías y textos que ayudan a dimensionar el problema.
Recientemente, la tuitera argentina Sasha Milei denunció la pobreza y destrucción de la capital cubana al crear un fondo que revela un conocido retrato de Fidel Castro que la propaganda del régimen usa frecuentemente.
Con ayuda de la inteligencia artificial, las imágenes superponen recreaciones de La Habana con el rostro del dictador cubano, a quien acusa de la debacle económica, política y social de la isla.
Como parte de una cotidianidad a la que no se acostumbran los habitantes de la ciudad, circulan denuncias que reflejan la ruina en que está sumida la capital de Cuba.
En agosto pasado, el actor Edel Carrero arremetió en su cuenta de Tik Tok contra el ruinoso estado en que se encuentra La Habana, y aseguró que cada día parece más una ciudad víctima de una guerra.
También se ha denunciado el abandono desde hace años del hito arquitectónico que es la Fuente de la Juventud, ubicada en Paseo y Malecón.
Las revelaciones que los cubanos hacen desde la isla, con fotos incluidas, también cobran relevancia cuando de basureros se trata.
“Hasta cuándo vamos a seguir callados ante lo que sucede hoy en todas las calles de La Habana, cubiertas de basura, todos los contenedores colapsados, y esto trae suciedad, peste, todo tipo de animales que luego entran en nuestros hogares. Entonces yo digo, ustedes qué solución urgente tienen, no digan que el combustible o la ya caducada frase ‘es el bloqueo’”, denunció en mayo la usuaria Dreika Loveiras.
Con estas condiciones, La Habana acoge una cita planteada para “promover el desarrollo sostenible de las ciudades y fomentar la cooperación entre países para planificar la urbanización, en aras de maximizar la capacidad para generar empleo y riqueza, y fomentar la cohesión social”, según el reporte de Prensa Latina.
Pero en realidad, este tipo de encuentros resultan maquillaje perfecto para ocultar las verdaderas inconformidades que vive esta ciudad que yace en ruinas.
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