Cuba registra unos 20,500 nacimientos menos en lo que va de 2023 que los ocurridos en el mismo lapso del año anterior, según informes oficiales.
En medio de la tendencia al envejecimiento poblacional, el país reporta un decrecimiento de los nacimientos que ronda la cifra de 75,000 respecto a los 95,500 de 2022, según datos proporcionados por el Dr. Reinol Delfín García Moreiro, viceministro de Salud Pública para la Asistencia Médica, en el programa televisivo oficial Mesa Redonda.
“Este año vamos a tener menos de 90,000 nacimientos”, aseguró. “Y el recambio poblacional que es de 1978 está afectado, y se sigue complicando”.
El funcionario indicó que la tasa de mortalidad infantil ha disminuido discretamente con respecto al año anterior y se sitúa en la actualidad en 7.3, lo que representa 55 niños nacidos fallecidos menos.
La notable disminución de la tasa de natalidad en Cuba ha tenido también un peso determinante en el descenso de la mortalidad infantil, exaltada históricamente por el régimen como un logro social.
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) estima cerrar este año con un índice de mortalidad infantil de alrededor de 7, según García.
Sin embargo, la cifra de niños nacidos muertos es aún alta en comparación con las bajas tasas registradas por el gobierno en años anteriores, lo cual reconoció el viceministro en su comparecencia.
“Todos sabemos que llegamos a tener tasas de 4, sin embargo, en el año 2019 sube a 5. Con la COVID y todo el impacto que tuvo, cerramos con una tasa de 7.6 en el año 2022, que sigue siendo la mejor de América Latina”, aseguró. “Logramos al cierre de 2022 detener el deterioro y la tasa baja a 7.5, y este año está en 7.3. Eso significa 55 nacidos fallecidos menos, con menos natalidad (8.6)”.
El funcionario comparó las tasas de natalidad y envejecimiento poblacional actuales con las de la década del 70 del pasado siglo. El índice actual de natalidad es de 8.6, mientras que era de 30 en 1970, cifras que se cruzan con una tasa de envejecimiento de 9 en aquella época y de 22.6 hoy, con un pronóstico de llegar al 30 % de la población adulta mayor, es decir, con más de 60 años.
Respecto a las muertes maternas, García dijo que a causa del COVID-19 la tasa llegó a 176. “Habíamos logrado tener tasas entre 30 y 40 fallecidas por cada 100,000 mujeres. Hoy estamos en 35, la cuarto mejor tasa de todos los tiempos en el país”, afirmó.
De acuerdo con los gráficos oficiales del MINSAP presentados durante el programa, la tasa exacta en 2021 fue de 176.6, descendió a 40.9 en 2022 y en los primeros nueves meses de este año es de 35.5.
El viceministro de Salud Pública insistió en que el país está en condiciones de continuar reduciendo las tasas de muertes maternas e infantiles.
Según García, se han tomado una serie de medidas para “la reorganización de los servicios, el reordenamiento de los recursos humanos y el uso eficiente y óptimo de los medicamentos e insumos materiales de forma priorizada y diferenciada”.
Aseguró que “están financiados la mayoría de los fármacos e insumos que no pueden faltar”, aunque tienen “un grupo importante de faltas”.
Pese al optimismo de las autoridades de salud en el país, con frecuencia se reportan hechos que reflejan negligencia del personal sanitario y evidencian el impacto de la crisis del sistema de salud en el país.
A inicios de año, se dispararon las alarmas en Cuba tras la muerte de ocho recién nacidos en el Hospital Ginecobstétrico Diez de Octubre, en La Habana. Semanas después, las autoridades informaron que habían muerto en total 10 bebés, seis de ellos a causa de un brote infeccioso en el centro hospitalario.
En abril de este año, una madre residente en Bayamo, provincia Granma, denunció la muerte de su bebé en un hospital de Holguín, apenas dos días después de lo que calificó de “parto traumático”, y luego de una cadena de infaustos sucesos que acabó en el deceso de su hijo por un paro respiratorio. Denuncias similares han hecho otras madres en redes sociales.
Sin embargo, hace apenas cuatro días, una cubana se puso de parto en la entrada del Hospital Enrique Cabrera Cossío (Nacional), en el municipio Boyeros, en La Habana, y el personal médico realizó el parto en ese lugar. Felizmente, tanto la bebé como la madre gozan de buena salud.
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