La inflación en Cuba ha alcanzado todos los aspectos de la vida cotidiana e incluso alimentos como la raspadura, un dulce tradicional cuyo único ingrediente es el jugo de la caña de azúcar y que solía ser asequible para todos.
El internauta Yasmani Castro Caballero recordó en Facebook los días en que la raspadura era una "dulce tradición que costaba apenas 1 peso" cuando era niño.
El usuario de la red social describió la raspadura como "dulce tradicional cubano cuyo único ingrediente es el jugo de la caña de azúcar que es secado antes de pasar por el proceso de purificación que lo convierte en azúcar moreno (o mascabado)", y afirma que "cuando era niño costaba 1 pesos y era un dulce que podías encontrar en cualquier parte de Cuba".
"En la actualidad ya no es así y su precio ya está unido al de la inflación", dijo antes de publicar una imagen donde puede verse que una porción de raspadura con coco cuesta hoy 40 pesos.
Este nuevo precio de la raspadura va aparejado a la crisis de la industria azucarera cubana, que contabiliza las peores zafras de su historia desde 2021, y es un evidente indicador de los desafíos económicos que enfrenta la población del país.
La inflación se disparó desde la implementación del llamado reordenamiento económico en la isla, en enero de 2021.
A pesar de ello, el ministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, uno de los defensores de este proceso de reordenamiento, reconoció en julio pasado que el gobierno es incapaz de contener la inflación en el país.
Al intervenir en una reunión del Consejo de Ministros, el funcionario explicó que el ligero crecimiento de 9% de la circulación mercantil minorista todavía no es suficiente para revertir la problemática.
Cuba es uno de los países con mayor inflación en el mundo. En la isla un litro de aceite puede costar 1,500 pesos (más de 10 dólares) en el mercado informal, y lo mismo sucede con los productos de primera necesidad. El salario mínimo no sobrepasa los 2400 pesos.
Sin embargo, el gobierno asegura que la economía crece y continúa culpando a Estados Unidos de los altos precios y los bajos salarios, utilizando una vez más el argumento del "bloqueo" para justificar su incapacidad para destrabar las fuerzas productivas del país, abrirse al mercado y generar riqueza y prosperidad para sus ciudadanos.
Recientemente, el ministro de Agricultura, Ydael J. Pérez Brito, afirmó en una reunión sobre la que pidió "discreción", que la mayoría de los cubanos seguirá padeciendo escasez de varios alimentos e inflación.
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