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Como parte de la cruzada del régimen cubano contra las ilegalidades, la incautación de 10 sacos de carne de res en Granma refleja la persecución al mercado negro, pero estas acciones no abordan el problema de fondo: la falta de acceso a alimentos básicos que empuja a la población a recurrir a estas prácticas para sobrevivir.
Según el perfil oficialista de Facebook “Héroes de Azul”, en el Punto de Control de Jucarito, ubicado entre Granma y Las Tunas, se incautaron 10 sacos de carne de res transportados por dos ciudadanos en un auto particular.
La publicación informó que los implicados fueron identificados y trasladados junto con la mercancía a la unidad policial, donde se abrieron investigaciones.
En otra publicación, el perfil oficialista informó de otro decomiso en la provincia de Granma relacionado con el sacrificio ilegal de ganado mayor.
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Según el reporte, los oficiales del carro patrullero 516, mientras realizaban un operativo próximo al Aeropuerto Carlos Manuel de Céspedes, detectaron un bicitaxi que transportaba 74 kilogramos de carne de res, distribuida entre carne, huesos, patas y costillas. El ciudadano implicado fue detenido y trasladado a la unidad policial para las investigaciones correspondientes.
El régimen cubano señala el sacrificio ilegal de ganado como uno de los principales factores que limitan el desarrollo de la ganadería en el país, enfatizando su impacto negativo en la economía y aplicando severas penas para este delito.
Sin embargo, esta narrativa oficial ignora las raíces del problema: décadas de políticas económicas fallidas y un sistema que estrangula a los productores agrícolas y ganaderos.
La severidad con la que se penaliza el sacrificio de ganado contrasta con la falta de soluciones efectivas para garantizar el acceso a la carne en los mercados legales, donde la mayoría de los cubanos no puede comprarla debido a los elevados precios y la escasez crónica.
Mientras tanto, operativos como este, aunque celebrados en perfiles oficialistas, reflejan la desconexión entre las prioridades del régimen y las necesidades urgentes de una población que recurre al mercado negro como única alternativa para sobrevivir.
En el marco del “Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento al Delito, la Corrupción, las Ilegalidades y las Indisciplinas Sociales”, orientado por el gobernante cubano para desarrollarse del 2 al 7 de diciembre, las autoridades de Santiago de Cuba encontraron dos bueyes en una vivienda, presuntamente destinados al sacrificio ilegal.
Este hecho evidencia que, mientras la carne de res siga siendo escasa en los puntos de venta formales de Cuba, el mercado negro continuará prosperando con una alta demanda de este producto.
En octubre último, se informó que un total de 1,615 ciudadanos cubanos han sido sancionados en 2024 por conductas asociadas al delito de sacrificio ilegal de ganado mayor y tráfico de sus carnes, según divulgó el diario oficialista Granma.
En un texto firmado por Tomás Betancourt y Alina de Fátima Santana, ambos magistrados del Tribunal Supremo Popular, se informó que el 90 por ciento de los enjuiciados recibió penas privativas de libertad, de ellos el 78 por ciento con sanciones de hasta 15 años.
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