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La cooperación entre Moscú y La Habana ha alcanzado un “nivel cualitativamente superior”, según declaró Valentina Matvienko, presidenta de la Cámara Alta del Parlamento ruso, durante una reunión virtual con Esteban Lazo Hernández, presidente del Parlamento cubano.
De acuerdo con la agencia Tass en Telegram, Matvienko reafirmó el respaldo de los senadores rusos a las demandas de Cuba para que Estados Unidos levante el bloqueo económico, comercial y financiero que pesa sobre la isla.
En el ámbito energético, Rusia se ha comprometido a brindar asistencia técnica y logística para solucionar la profunda crisis que enfrenta el sistema eléctrico cubano.
En noviembre, Sergei Baldin, representante comercial ruso en la isla, detalló que la colaboración incluye el suministro de repuestos, equipos especializados y apoyo técnico para evitar futuros colapsos.
Entre los proyectos conjuntos destacan la modernización de centrales térmicas, la construcción de nuevas unidades de generación y la ampliación de la extracción de petróleo en Boca de Jaruco, con el objetivo de reducir la dependencia energética de importaciones.
En el contexto de la reciente recuperación tras desastres naturales, Rusia donó 16 vehículos todoterreno UAZ Patriot especialmente adaptados para el clima tropical. Esta contribución refuerza el apoyo logístico en labores de recuperación y reconstrucción en la isla.
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Por otro lado, la cooperación también se extiende al ámbito educativo y cultural. Rusia mantiene su apoyo al proyecto Profesores rusos en el extranjero y a la formación universitaria de jóvenes cubanos en territorio ruso.
Asimismo, niños de diversas provincias cubanas podrán disfrutar en 2025 de unas vacaciones culturales en San Petersburgo, como parte de un programa promovido por el gobierno local para estrechar los lazos entre ambas naciones.
Las relaciones entre Cuba y Rusia, forjadas en décadas de cooperación estratégica, han demostrado su resiliencia y capacidad de adaptación a nuevos retos, aunque con altibajos.
Desde el intercambio cultural y educativo hasta el desarrollo energético, ambos países buscan consolidar una alianza que combine apoyo técnico, inversiones conjuntas y solidaridad política, lo cual es mucho más beneficioso para la isla en medio de una grave crisis sistémica.
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