Los cadáveres de dos hombres fueron encontrados en la noche de este 6 de enero en el tren de aterrizaje de un avión de JetBlue en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale, en Florida.
El avión en el que ocurrió el hallazgo había operado el vuelo 1801 de JetBlue, que despegó del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK), en Nueva York, a las 7:30 p.m. y aterrizó en Fort Lauderdale a las 10:42 p.m., según registros de radar.
El hallazgo ocurrió durante la inspección posterior al aterrizaje, realizada en la terminal 3 del aeropuerto.
“El lunes 6 de enero por la noche, en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood, se encontraron dos personas en el compartimiento del tren de aterrizaje de una de nuestras aeronaves durante la inspección de mantenimiento de rutina posterior al vuelo”, informó JetBlue en un comunicado oficial citado por la prensa local.
“Esta es una situación desgarradora, y estamos comprometidos a trabajar en estrecha colaboración con las autoridades para apoyar sus esfuerzos por comprender cómo ocurrió esto”, añadió la aerolínea.
Las autoridades aún no han identificado a las víctimas ni han aclarado cómo lograron acceder al compartimiento del tren de aterrizaje.
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El portavoz de la Oficina del Sheriff del Condado de Broward, Carey Codd, informó que los paramédicos llegaron al lugar cerca de las 11:30 p.m. y declararon a las víctimas muertas en la escena.
Las autopsias, a cargo de la Oficina del Médico Forense del Condado de Broward, determinarán las causas exactas de las muertes.
A pesar de la gravedad del incidente, la portavoz del Departamento de Aviación del Condado de Broward, Arlene Satchell, aseguró a CNN que el hallazgo no afectó las operaciones del aeropuerto.
Paralelamente, la portavoz del gobierno de Fort Lauderdale informó que el mal tiempo en el noreste del país provocó la cancelación de siete vuelos y el retraso de 17 más, pero que esos problemas no estaban relacionados con el hallazgo.
El incidente pone de relieve los peligros extremos que enfrentan las personas que intentan viajar clandestinamente en los compartimientos de tren de aterrizaje de los aviones.
“Esto sigue sucediendo. La gente está entrando a las instalaciones del aeropuerto y subiéndose a un avión, lo que supone un gran peligro para la seguridad de las aeronaves”, declaró Mary Schiavo, exinspectora general del Departamento de Transporte.
Schiavo admitió que aunque muchas personas toman estos riesgos para escapar de situaciones desesperadas, el acceso no autorizado a las aeronaves representa un problema de seguridad nacional.
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ha explicado en numerosas ocasiones explica que estos espacios, diseñados para alojar el tren durante el vuelo son inhóspitos.
A medida que el avión asciende, los polizones enfrentan el riesgo de ser aplastados, así como de perder oxígeno o sufrir hipotermia debido a las bajas temperaturas.
Según un informe de la FAA de 2011, alrededor del 80% de quienes intentan viajar en estas condiciones fallecen.
Casos recientes que alarman
Este no es un hecho aislado. Hace dos semanas, un cuerpo fue encontrado en el compartimiento de ruedas de un vuelo de United Airlines entre Chicago y Maui. Además, durante la temporada de viajes navideños, se reportaron dos intentos de acceso clandestino en aviones de Delta.
En uno de ellos, una mujer llegó sin boleto a bordo de un vuelo desde Nueva York a París antes de ser arrestada.
El incidente en Fort Lauderdale reaviva el debate sobre la necesidad de reforzar los sistemas de seguridad aeroportuaria para evitar tragedias similares y proteger la integridad de las operaciones aéreas.
En agosto de 2019 el joven cubano Yunier García Duarte viajó a Miami escondido en la bodega de un vuelo comercial de Swift Air, procedente de La Habana.
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