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En 2024, más de 60 mil migrantes cubanos cruzaron Honduras en su ruta hacia Estados Unidos, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM).
Esta cifra forma parte de un total de 369,258 migrantes irregulares que ingresaron al país centroamericano durante el año, lo que representa una disminución del 32,2 % en comparación con los 545.043 registrados en 2023.
A pesar de esta reducción, el número de migrantes en 2024 fue significativamente mayor al de 2022, cuando 188,858 personas atravesaron Honduras.
Entre los principales grupos de migrantes destacan los venezolanos, con 187,331 personas, seguidos por cubanos (60,007), ecuatorianos (18,342), haitianos (16,823), colombianos (16,665) y chinos (10,071).
Además, 60,019 migrantes provinieron de más de 30 países, incluidos algunos de Asia y África.
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El INM también destacó la composición demográfica de estos flujos migratorios: el 47,5 % (175.526) fueron hombres, el 26,4 % (98,377) mujeres y un 25,8 % (95,355) menores de edad.
La migración irregular sigue siendo un fenómeno complejo en la región, impulsado por condiciones adversas en los países de origen y la esperanza de encontrar mejores oportunidades en Estados Unidos.
Desde 2022, más de 850,000 cubanos han emigrado a Estados Unidos, lo que representa cerca del 18% de la población de la isla, en lo que se considera el mayor éxodo en la historia de Cuba.
Muchos emigrantes cubanos atraviesan países de Centroamérica, como Honduras y México, enfrentando numerosos peligros, incluyendo detenciones, extorsiones y condiciones inhumanas durante el trayecto.
La comunidad internacional ha expresado preocupación por la situación en Cuba. Estados Unidos y otros países han mantenido conversaciones migratorias con el gobierno cubano para abordar el flujo migratorio y las causas subyacentes de la crisis.
Sin embargo, el deterioro económico, la represión política y la falta de oportunidades siguen influyendo en que los cubanos se aventuren a peligrosas travesías migratorias.
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