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Lázaro Rojas, padre del soldado Brian Lázaro Rojas Long, uno de los 13 fallecidos como consecuencia de la explosión de un almacén de material de guerra en el poblado de Melones, del municipio Rafael Freyre, en Holguín, compartió su profundo pesar por la pérdida de su hijo, quien cumpliría 19 años este 16 de enero.
“El vacío, ese dolor de perder un hijo no se quita nunca. Mañana cumplía sus 19 años (…) Cuánto dolor para mí y la familia”, expresó el afligido padre en Facebook, luego de conocerse que el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) declaró oficialmente muertos a los desaparecidos tras el siniestro ocurrido en la madrugada del pasado martes 7 de enero.
“Mi hijo querido, mi pedazo de mí, que en paz descanses tú y tus compañeros ¡que enfrentaron el peligro! Comparto mis condolencias con los familiares, amigos y pueblo solidarizado con esta pérdida”, manifestó Rojas.
El adolescente fallecido es uno de los nueve soldados, reclutas del Servicio Militar, que junto a cuatro oficiales del ejército cubano, dos con el rango de mayor y otros dos, segundos suboficiales, fueron víctimas de las explosiones que se generaron a causa de un incendio en la instalación militar.
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Los 13 intentaban enfrentar el siniestro, “con el objetivo de evitar su propagación.”, señalaron las autoridades.
Un total de 1,245 personas fueron evacuadas en Melones, el mismo 7 de enero, como medida preventiva para garantizar su seguridad, debido a las múltiples explosiones ocurridas en el almacén de material de guerra.
Hasta este miércoles, ocho días después del accidente, las autoridades sostienen que ha sido imposible llegar hasta el lugar donde se encuentran los 13 desaparecidos, debido a “la complejidad extrema que existe en el terreno producto de las explosiones, los efectos de los gases acumulados y los severos daños ocasionados, así como el peligro real de derrumbes debido a la afectación estructural de la obra”.
Según el comunicado difundido este miércoles por el MINFAR, la comisión encargada de la investigación concluyó que “es inaccesible el lugar del accidente y en consecuencia no existe posibilidad alguna de vida en el lugar”.
La declaración del alto mando militar cubano indicó, además, que “se pudo determinar que la posible causa que provocó el suceso está asociada a un fallo eléctrico, provocado por un cortocircuito en el interior de la instalación”.
El texto señaló que “se informó a los familiares el desenlace final del acontecimiento”.
Desde la semana pasada el gobierno permanecía en silencio respecto al incidente, lo que generó indignación entre los familiares de las víctimas, que denunciaron negligencia y falta de interés en comenzar las labores de rescate y nula información sobre la investigación.
El informe previo al comunicado emitido este miércoles estuvo a cargo de Joel Queipo Ruíz, primer secretario del Partido en la provincia, quien aseguró que el riesgo de más explosiones impedía a las autoridades entrar al área de la unidad militar donde se desató el incendio, para iniciar la búsqueda de los 13 desaparecidos.
Aunque la información oficial del régimen no lo ha precisado, numerosas personas en redes sociales han afirmado que los nueve soldados víctimas del siniestro eran jóvenes que se encontraban en el Servicio Militar, de obligatorio cumplimiento en Cuba.
Ello supondría que se repite la pérdida de jóvenes inocentes en una tragedia, como ya ocurrió en el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, en agosto de 2022, cuando murieron varios jóvenes que se desempeñaban como bomberos mientras pasaban el Servicio Militar.
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