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La tragedia del accidente aéreo ocurrido el pasado 29 de enero sobre el río Potomac en Washington D.C. ha dejado un saldo de 67 víctimas fatales, entre ellas el piloto hispano Jonathan Jay Campos, quien se encontraba al mando del vuelo 5342 de American Airlines.
La aerolínea estadounidense reveló la identidad del piloto, un capitán de 34 años originario de Nueva York, pero que se crió y formó como piloto en Florida.
Campos había obtenido su licencia de piloto aviador en 2017 y trabajaba para American Airlines desde 2018.
Nació en enero de 1991 en Nueva York, pero pasó la mayor parte de su vida en Ormond Beach, Florida, una pequeña ciudad conocida por ser un destino turístico familiar.
Desde joven, Jonathan soñó con convertirse en piloto. A los 23 años, egresó de la Universidad de Aeronáutica de Daytona Beach y obtuvo su licencia profesional. Su tía paterna, Beverly Campos, recordó que su sobrino siempre tuvo el sueño de volar desde niño, y describió su pasión por la aviación como algo que definió su vida.
"Era un piloto hábil y dedicado, con una gran pasión por volar", expresó la Academia de New Smyrna Beach, donde Jonathan también obtuvo su calificación como instructor de vuelo certificado. Según la Administración Federal de Aviación (FAA), Jonathan también contaba con certificaciones para operar aviones comerciales de un solo motor y multimotores, además de algunos helicópteros.
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La familia de Campos expresó su dolor ante esta tragedia. Su tía reveló que, desde pequeño, Jonathan deseaba ser libre y poder volar como un pájaro, y su carrera como piloto fue el cumplimiento de ese sueño. El piloto también estaba certificado para operar aviones fabricados por Bombardier, como el modelo "Canadair Regional Jet", que utilizó en el vuelo siniestrado.
Aunque Campos tenía limitaciones para volar en condiciones meteorológicas adversas, su habilidad y experiencia como piloto fueron destacadas por quienes lo conocían.
Según el Departamento de Policía de Washington D.C., en el accidente estuvieron involucrados un avión comercial de American Airlines y un helicóptero militar del Ejército de EE. UU., que colisionaron en pleno vuelo cuando coincidieron en el espacio aéreo cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan.
En el siniestro perdieron la vida los 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación del avión, así como los tres ocupantes del helicóptero.
El accidente, el más grave en EE. UU. en la última década, ha dejado una profunda conmoción en la nación, mientras las autoridades continúan investigando las causas de la colisión entre las dos aeronaves.
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