¿Dolarización parcial? Gobierno cubano impulsa su tarjeta Clásica con más propaganda y refuerza la desigualdad

La tarjeta Clásica en dólares, promovida por el régimen cubano, acentúa desigualdades al limitar el acceso a quienes tienen divisas, mientras GAESA controla el flujo económico dolarizado.


El gobierno cubano ha intensificado la promoción de la tarjeta prepago Clásica, un producto financiero en dólares (USD) que permite la compra de bienes y servicios en la red de tiendas estatales y servicentros del país.

Sin embargo, lejos de ser una solución económica equitativa, esta iniciativa profundiza las desigualdades económicas y fortalece la dependencia de la población del acceso a divisas extranjeras, beneficiando principalmente al conglomerado empresarial GAESA, controlado por el régimen cubano.


Lo más leído hoy:


Captura de pantalla Facebook / Cadena de Tiendas Caribe

Una estrategia de captación de divisas en manos de GAESA

Dentro de las medidas gubernamentales para 2025, la captación de divisas es un objetivo prioritario.

La tarjeta Clásica, gestionada por Fincimex y la Corporación CIMEX, ambas entidades bajo el control de GAESA, ofrece descuentos en cadenas estatales como CIMEX, Tiendas Caribe y Trimagen, así como en la compra de combustible en servicentros.

Captura de pantalla Facebook / Fincimex S.A

No obstante, su acceso está limitado a quienes disponen de dólares o MLC, una realidad que excluye a la mayoría de los cubanos que perciben sus ingresos en pesos cubanos (CUP).

Con la persistente crisis económica, el Estado ha reducido la oferta en tiendas que operan en CUP, trasladando cada vez más bienes esenciales al circuito comercial en divisas.

Este modelo fomenta la exclusión de quienes dependen de salarios estatales, normalizando una situación monetaria insostenible donde la moneda nacional se devalúa y pierde su función como medio de pago.

Promoción intensiva y desigualdad social

El impulso de la tarjeta Clásica ha sido acompañado por una agresiva campaña de propaganda en redes sociales y medios estatales.

Publicaciones de Tiendas Caribe y Fincimex resaltan supuestos beneficios como descuentos del 10% en la cadena de turismo Gaviota, otro de los pilares de GAESA, y entre un 5% y 6% en distintos comercios estatales.

Captura de pantalla Facebook / Fincimex S.A

No obstante, estos “beneficios” solo están al alcance de quienes pueden acceder a dólares, perpetuando una economía segmentada donde la mayoría queda fuera del circuito de consumo.

Además, la tarjeta solo permite recargas en USD, excluyendo otras monedas convertibles como el euro o el dólar canadiense. Esto obliga a quienes dependen de remesas a convertir primero sus ingresos a dólares, perdiendo parte de su valor en el proceso, mientras el Estado monopoliza el flujo de divisas en el país.

Dolarización parcial y apertura de tiendas en dólares

El avance de la tarjeta Clásica y la proliferación de tiendas en dólares refuerzan la política de dolarización parcial emprendida por el régimen cubano, con el paradójico objetivo de “desdolarizar la economía”.

Recientemente, el gobierno ha dado un paso más en esta dirección con la apertura de estas tiendas que solo aceptan dólares, justificándolo como una medida para captar divisas y regular el mercado informal. Sin embargo, esta decisión no hace más que profundizar la desigualdad y empujar a una gran parte de la población a la marginalidad económica.

Estas nuevas tiendas en dólares, al igual que las tarjetas Clásica y demás mecanismos financieros en MLC, refuerzan la brecha entre los cubanos con acceso a moneda extranjera y aquellos que dependen exclusivamente de CUP.

Este modelo comercial se traduce en una segmentación aún mayor de la sociedad, donde el acceso a productos de primera necesidad depende de la capacidad de adquirir divisas en un mercado paralelo con tasas de cambio elevadas.

Impacto en la población y el futuro económico

El uso de la tarjeta Clásica evidencia el rumbo del gobierno hacia una economía dual en la que la mayoría de la población se encuentra en desventaja.

Mientras GAESA expande su control sobre el sector comercial y financiero, los ciudadanos quedan atrapados en una dinámica desigual, donde la moneda nacional pierde su poder y las oportunidades de desarrollo son limitadas.

Desde el mundo académico y social, se han expresado preocupaciones sobre las consecuencias de este modelo. La creación de un sistema comercial en el que solo quienes tienen acceso a dólares pueden participar agrava las brechas sociales y debilita la cohesión económica del país.

En lugar de implementar reformas estructurales que fortalezcan la economía, el régimen opta por medidas que perpetúan la dependencia de remesas y el acceso a divisas extranjeras.

COMENTAR

Archivado en:

Redacción de CiberCuba

Equipo de periodistas comprometidos con informar sobre la actualidad cubana y temas de interés global. En CiberCuba trabajamos para ofrecer noticias veraces y análisis críticos.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada