El Centro de Detención Krome, ubicado en el oeste del condado de Miami Dade, ha sido objeto de crecientes preocupaciones debido a denuncias sobre condiciones inadecuadas y el trato a los migrantes detenidos.
Un video que circula desde hace días por redes sociales ha puesto al lugar en el ojo de la opinión pública, en medio de la política antiinmigrante llevada a cabo por la administración del presidente Donald Trump desde que inició su mandato el pasado 20 de enero.
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En las imágenes compartidas por un detenido de nacionalidad mexicana, se ve a migrantes durmiendo en el piso y en las sillas. “Estamos secuestrados, estamos en un proceso de deportación, pero llevamos más de 20 días”, dijo el hombre.
Varios medios de prensa del sur de la Florida que se han hecho eco de la denuncia han señalado problemas como hacinamiento, retrasos en los procesos migratorios y presuntos casos de maltrato a los detenidos.
De acuerdo con un reporte de Univisión 23, tras consultar a abogados, señalaron que centros como Krome están sobrepoblados, por lo que los detenidos pueden ser trasladados a otros estados como California.
“No es normal, es algo que estamos viendo ahora por el volumen, que es nuevo. Esto ha pasado en el último año”, declaró el abogado de inmigración Oscar Fleites, destacando que cuando un detenido se encuentra en Krome, los jueces le otorgan una fianza siempre y cuando no tenga registro criminal y hayan aplicado a un proceso legal, como asilo.
La sobrepoblación en las instalaciones de ICE ha sido reconocida por la agencia, que asegura estar implementando medidas para gestionar la capacidad y garantizar el trato humano.
"Garantizar la seguridad y el bienestar de las personas bajo nuestra custodia es una prioridad absoluta. Algunas instalaciones están experimentando sobrepoblación temporal debido al reciente aumento de detenidos. Estamos implementando medidas para gestionar la capacidad, manteniendo nuestro compromiso con el trato humano", informó el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Según una entrevistada que conversó con el Miami Herald por teléfono desde Honduras, ella y otras detenidas estuvieron encadenadas en autobuses durante la noche, tanto tiempo que algunos se orinaron encima.
Luego dijo que la pusieron en una celda con unas 30 mujeres antes de ser deportada. “Hacía un frío inimaginable”, manifestó la mujer, que fue identificada solo por su segundo nombre, Isabel, para proteger a sus familiares en Estados Unidos. “A veces pasábamos horas gritando: ‘¡Tenemos sed, tenemos sed!’”.
Otro caso es el de un ciudadano cubano de 36 años que lleva más de un mes detenido en Krome. La aflicción es demasiada al punto que el hombre ha pedido su deportación a Cuba, una demanda considerada extrema, que solo es el reflejo de las duras condiciones que está pasando, menciona su esposa.
Las denuncias motivaron a cientos de personas para una manifestación el sábado en la esquina de la avenida 177 y la calle 12 del SW, portando carteles y coreando consignas frente a la abarrotada entrada del Centro de Detención de Krome.
Los manifestantes presenciaron la llegada de personas a las instalaciones de Miami, para ser canalizados su casos tras ser detenidos por oficiales de ICE y sus colaboradores, mencionó El Nuevo Herald.
La protesta, convocada para las 11:00 a.m., comenzó con solo unas pocas personas cerca del Casino Miccosukee, y aunque los organizadores habían recibido permiso para manifestarse, pronto la policía les ordenó que se retiraran.
En Miami, otro de los puntos de referencia para numerosos inmigrantes que deben presentarse a citas programadas como parte de sus procesos migratorios es la oficina del ICE en Miramar, ubicada en el condado de Broward, Florida.
En los últimos tiempos, esta instalación ha sido centro de atención debido a diversas situaciones que han generado preocupación en la comunidad inmigrante, especialmente entre los cubanos con formularios I-220A.
Allí, se han reportado casos de inmigrantes cubanos detenidos al acudir a sus citas rutinarias. Por ejemplo, Laura de la Caridad González Sánchez, de 26 años, fue detenida el 10 de marzo durante su cita de control, a pesar de no tener antecedentes penales y haber cumplido con todas las regulaciones impuestas por ICE.
La incertidumbre sobre posibles detenciones ha provocado que muchos inmigrantes, especialmente aquellos con el formulario I-220A, enfrenten sus citas con ansiedad y temor. Yasel Gutiérrez, por ejemplo, expresó su nerviosismo al asistir a su cita en Miramar, consciente de los riesgos pero decidido a cumplir con la ley.
Ante este panorama, es esencial que los inmigrantes estén informados sobre sus derechos y busquen asesoría legal adecuada. Cumplir con todas las condiciones establecidas en sus procesos migratorios y asistir puntualmente a las citas programadas es crucial para evitar complicaciones adicionales.
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