El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) continúa bajo fuerte presión este domingo, con un déficit que podría superar los 1,300 megavatios (MW) con una afectación prevista de 1440 MW en el horario pico.
De acuerdo con el parte oficial de la Unión Eléctrica, el sábado el servicio se vio afectado durante las 24 horas, con una máxima afectación de 1588 MW a las 8:00 pm.
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Aunque las interrupciones se detuvieron brevemente a las 2:14 am, a las 6:34 am de hoy volvió a cortarse el suministro.
Desde las primeras horas de esta mañana se registró una afectación de 170 MW y para el mediodía se estima que este número aumente hasta los 700 MW.
Una noche crítica por delante
El pronóstico para el horario pico es especialmente alarmante: se estima una demanda de 3,300 MW, mientras que la disponibilidad apenas alcanzaría los 1,930 MW, lo que supondría un déficit de 1,370 MW.
Las autoridades prevén que, de mantenerse estas condiciones, la afectación al servicio alcance hasta 1,440 MW, lo que implicaría apagones generalizados en todo el país.
Producción renovable insuficiente
Pese a la entrada en funcionamiento de ocho nuevos parques solares fotovoltaicos, que generaron el sábado un total de 979.9 MWh, esta producción continúa siendo insuficiente para cubrir la demanda nacional, especialmente en los horarios de mayor consumo, cuando el aporte solar disminuye.
El reporte destaca varias causas que explican el pronóstico de este día:
Averías: en la Unidad 1 de la Central Termoeléctrica (CTE) de Santa Cruz y la Unidad 2 de la CTE Felton.
Mantenimiento programado: afecta a otras cuatro unidades en Santa Cruz, Cienfuegos y Renté.
Limitaciones térmicas: mantienen 391 MW fuera de servicio.
Falta de combustible: ha dejado inactivas 82 centrales de generación distribuida, sumando 564 MW menos.
Escasez de lubricantes: impide la operación de otras unidades con capacidad total de 178 MW.
Un sistema al límite
La conjunción de averías, mantenimiento y carencias materiales -especialmente de combustible y lubricantes- mantiene al SEN operando al borde del colapso técnico.
La situación no solo afecta la vida doméstica de millones de cubanos, sino también el funcionamiento de servicios básicos, industrias y el transporte.
Mientras tanto, las autoridades no han anunciado medidas estructurales nuevas para enfrentar la crisis energética, que se ha agravado en los últimos años y que, según expertos, podría continuar mientras no se logre una recuperación significativa de la infraestructura energética ni se garantice el abastecimiento estable de combustibles.
Con un sistema saturado y sin capacidad de respuesta inmediata, Cuba encara otro día bajo la sombra de los apagones.
Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Cuba
¿Cuál es el déficit actual de generación eléctrica en Cuba?
El déficit actual de generación eléctrica en Cuba supera los 1,300 MW, afectando gravemente el suministro de energía durante las horas pico. Esto se debe a la falta de capacidad para cubrir la demanda nacional, que supera ampliamente la disponibilidad de generación.
¿Qué factores contribuyen a los apagones en Cuba?
Los apagones en Cuba son causados principalmente por la salida de servicio de varias unidades termoeléctricas debido a averías y mantenimientos, así como por la falta de combustible que afecta a las centrales de generación distribuida. Estas limitaciones impiden cubrir adecuadamente la demanda eléctrica del país.
¿Cómo afectan los apagones a la población cubana?
Los apagones impactan significativamente la vida diaria de los cubanos, dificultando actividades esenciales como la preparación de alimentos y el uso de electrodomésticos. Además, generan frustración y descontento social, especialmente en vísperas de eventos importantes como las festividades navideñas.
¿Qué medidas se están tomando para solucionar la crisis energética en Cuba?
Hasta el momento, las medidas implementadas por el gobierno cubano han sido insuficientes para resolver la crisis energética. No se han establecido soluciones efectivas a largo plazo, y la población continúa sufriendo los efectos de los apagones, lo que ha llevado a un creciente descontento y protestas en diversas regiones.
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