Otro acto de vandalismo volvió a sacudir al transporte público en la capital cuando en horas de la madrugada de este martes, el ómnibus 5248 de la ruta 37 fue apedreado durante el habitual recorrido de la “confronta”, en el reparto Santos Suárez, en La Habana.
Aunque no se reportaron heridos, “los daños materiales son significativos”, indicó el perfil en Facebook del grupo Transportación Habana TH.
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El reporte no especificó la cantidad de individuos que perpetraron el ataque y si fueron identificados o capturados.

“Este tipo de incidentes NO pueden seguir ocurriendo. Cada ataque perjudica a nuestros pasajeros y agrava aún más la ya crítica situación del transporte público”, subrayó el post.
En otra publicación, Transportación Habana TH aseguró que “los actos de vandalismo están causando un daño irreparable a nuestra comunidad” y que debido a estos incidentes, el ómnibus 5248, “que era un servicio fijo en las rutas 37 y A-18, se ha visto obligado a detener su circulación. Esto no es solo un inconveniente; es un desastre que afecta a todos nosotros”.
Apuntó asimismo que “ya son demasiados los ómnibus vandalizados y accidentados por esta triste realidad: la influencia de las drogas y la presencia de personas en situaciones difíciles. Necesitamos poner un STOP a esta situación antes de que nos quedemos sin opciones de transporte”.
El texto difundido en la red social destacó que los choferes y el personal de las terminales hacen “verdaderas hazañas para mantener los ómnibus en funcionamiento, incluso comprando piezas con su propio dinero”, al tiempo que lamentó: “Es desgarrador ver cómo unos pocos delincuentes malcriados arruinan el esfuerzo de tantos”.
“¿Hasta cuándo permitiremos que nuestro transporte público sea víctima de estos actos vandálicos? Es inaceptable que sigan actuando con impunidad, y es hora de que todos nos unamos para poner fin a esto”, exhortó la publicación.
Esta reciente acción vandálica se suma a una preocupante cadena de hechos violentos que vienen afectando a los ómnibus en diferentes puntos de la capital cubana, y que, además de agravar la escasez de vehículos, evidencia el creciente clima de violencia y tensión sociales en que vive la población.
Durante la madrugada del 19 de abril fue apedreado un vehículo en servicio de confronta de la ruta P11, según informó la Empresa Provincial de Transporte de La Habana a través de su cuenta oficial en Facebook.
Días antes, un vehículo de la ruta 23, identificado con el número 5229, también fue apedreado en las inmediaciones del parque de Fábrica, mientras cubría su trayecto desde la Terminal de Lawton. En esa ocasión, la empresa estatal señaló que, gracias a la intervención de la población y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), varios de los presuntos responsables fueron detenidos.
En febrero, un chofer de la línea P13 fue agredido brutalmente en el Parque de La Fraternidad por dos pasajeros, y recibió una herida en la cabeza que requirió atención médica.
Y en enero, un grupo de estudiantes atacaron con piedras un ómnibus de la ruta P11, tras una discusión con el conductor.
Las autoridades han reconocido la debacle del sistema de transporte público en Cuba, y han señalado la escasez de repuestos, combustible y vehículos como factores determinantes.
Las cifras oficiales revelan un panorama alarmante: solo 252 ómnibus estaban operativos en La Habana, mientras 309 permanecían fuera de servicio, lo que refleja la incapacidad del régimen para mantener la infraestructura básica del país.
Preguntas frecuentes sobre los ataques vandálicos a ómnibus en La Habana
¿Por qué se están produciendo ataques a los ómnibus en La Habana?
Los ataques vandálicos a los ómnibus en La Habana reflejan el deterioro de las condiciones de vida y la frustración social ante la crisis del transporte público y económica en general. La escasez de vehículos, repuestos y combustible, sumado al creciente clima de violencia, ha generado un ambiente tenso en la capital cubana.
¿Qué consecuencias tienen estos actos vandálicos para el transporte público en La Habana?
Los actos vandálicos agravan la ya crítica situación del transporte público, pues cada ómnibus fuera de servicio representa más tiempo de espera y más hacinamiento para los ciudadanos. Además, generan un clima de miedo e incertidumbre entre la población que depende de este medio de transporte.
¿Cómo están respondiendo las autoridades ante los ataques a los ómnibus?
Las autoridades han prometido reforzar la vigilancia y han hecho un llamado a la población para que colabore denunciando estos actos vandálicos. Sin embargo, los incidentes se repiten con inquietante frecuencia, evidenciando la necesidad de acciones más efectivas y un cambio estructural en el sistema de transporte.
¿Qué papel juega la población en la prevención de estos actos vandálicos?
La población está llamada a colaborar activamente denunciando cualquier acto vandálico que presencien. La conciencia y corresponsabilidad social son cruciales para proteger el patrimonio público y mejorar la seguridad en el transporte. Las denuncias pueden hacerse a través del número 106 de la Policía Nacional Revolucionaria.
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