Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos atraviesan una nueva fase de tensión y confusión.
Mientras el presidente estadounidense Donald Trump asegura que ambas potencias están inmersas en negociaciones activas para rebajar los altos aranceles que se han impuesto mutuamente, desde Pekín niegan rotundamente que existan conversaciones en curso.
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Este cruce de versiones no solo ha provocado reacciones políticas, sino que también ha sacudido a los mercados financieros, que perciben señales contradictorias en medio de una posible desescalada comercial.
Las afirmaciones de Trump: “Todo está activo”
El martes, Donald Trump afirmó ante la prensa que se estaban llevando a cabo conversaciones con China y que los aranceles impuestos a las exportaciones del país asiático se reducirían “sustancialmente” desde el 145% actual.
"Todo está activo", señaló, en respuesta a preguntas sobre si había diálogo con Pekín.
Este jueves insistió en que miembros de su gobierno habían tenido una reunión por la mañana con representantes chinos, aunque se negó a identificarlos.
"No importa quiénes sean ellos. Puede que lo revelemos con posterioridad, pero han mantenido reuniones esta mañana", dijo, en repuesta a periodistas.
Estas afirmaciones llegaron después de que su administración sugiriera una posible reducción de aranceles del 145% a un rango entre el 50% y el 65%, según anticipó The Wall Street Journal.
La respuesta china
Sin embargo, Pekín ha desmentido las declaraciones del mandatario estadounidense.
Este jueves, el portavoz del Ministerio de Comercio, He Yadong, negó que existieran actualmente negociaciones.
“China ha tomado nota de algunas informaciones aparecidas recientemente en medios de comunicación extranjeros. [...] Me gustaría subrayar que actualmente no hay negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos. Cualquier afirmación sobre avances en las conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos es puramente especulativa y carece de base fáctica”, dijo, en declaraciones recogidas por la prensa internacional.
Además, criticó de forma figurada las declaraciones estadounidenses al afirmar que "cualquier tipo de consultas y negociación debe llevarse a cabo sobre la base del respeto mutuo y de manera equitativa", y que cualquier afirmación sobre avances “es tan absurda como tratar de atrapar el viento”.
Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Exteriores, fue más allá al calificar de “informaciones falsas” las declaraciones de Trump sobre contactos “diarios” entre ambos gobiernos.
“Hasta donde sé, China y Estados Unidos no han mantenido consultas o negociaciones sobre el asunto de los aranceles, por no hablar de alcanzar un acuerdo”, sentenció, según declaraciones recogidas por el Global Times.
"Si Estados Unidos realmente busca resolver los problemas mediante el diálogo y la negociación, debería abandonar su enfoque de máxima presión, dejar de amenazar y ejercer coerción, y entablar un diálogo con China sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo y la reciprocidad", afirmó Guo.
El trasfondo de la disputa arancelaria
La guerra comercial entre las dos potencias se intensificó en los últimos meses con la imposición de aranceles unilaterales por parte de Washington del 145% sobre productos chinos.
En respuesta, Pekín aplicó gravámenes del 125% a las importaciones estadounidenses, y también tomó medidas no arancelarias, como la restricción a la exportación de tierras raras y el bloqueo de compras a Boeing.
Además, China presentó varias demandas ante la Organización Mundial del Comercio.
El Ministerio de Comercio chino reiteró que la raíz del problema está en las medidas impuestas por EE.UU.
“Las medidas unilaterales de aumento de los aranceles fueron iniciadas por Estados Unidos. Si Estados Unidos quiere resolver realmente el problema, debería enfrentar las voces racionales de la comunidad internacional y de todas las partes en su país, cancelar por completo todas las medidas arancelarias unilaterales contra China y encontrar formas de resolver las diferencias a través de un diálogo equitativo”, ha dicho el portavoz del Ministerio chino de Comercio, según reseña AP.
Repercusiones en los mercados: Repunte con cautela
A pesar del cruce de acusaciones, los mercados financieros reaccionaron con optimismo ante las señales -por débiles que fueran- de una posible relajación de las tensiones.
El S&P 500 subió un 2% el jueves, alcanzando su nivel más alto desde el 3 de abril, y los índices europeos como el Euro Stoxx 600 y el DAX alemán se encaminaron hacia una segunda semana consecutiva de ganancias.
En Asia, el Nikkei japonés repuntó más de un 2%, y el Kospi surcoreano más de un 1%. El índice Hang Seng de Hong Kong subió un 1,5%, recuperando parte de sus pérdidas recientes.
Esta recuperación fue alimentada también por declaraciones del Banco Popular de China, que reafirmó su política monetaria laxa como respaldo al crecimiento frente a las tensiones comerciales.
Una disputa sin horizonte claro
El aparente intento de Donald Trump de proyectar optimismo contrasta con la firme negación de Pekín, que no solo descarta avances sino que los ridiculiza como ilusorios.
La guerra comercial, lejos de apaciguarse, parece seguir siendo un terreno lleno de incertidumbre, tanto diplomática como económica.
Mientras las dos mayores economías del mundo continúan su pulso, los observadores internacionales y los mercados se enfrentan a una narrativa ambigua que oscila entre la confrontación y el deseo de reconciliación.
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