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El gobierno cubano aprobó el Sistema de Precios de Construcción y Montaje (PRECONS III), una actualización legal que busca ordenar el sector constructivo en Cuba, “corregir distorsiones” y frenar el incremento injustificado de presupuestos en obras estatales.
Las resoluciones del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) y el Ministerio de la Construcción (MICONS) fueron publicadas en la Gaceta Oficial No. 45, el pasado 12 de mayo, y entrarán en vigor dentro de 60 días, en julio.
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El nuevo marco legal no solo sustituye los anteriores -Resoluciones 104/2021 (MFP) y 38/2021 (MICONS)-, sino que marca un cambio de enfoque: estandariza el cálculo de precios para todos los actores vinculados a obras estatales, sean estatales o no, y exige una correspondencia directa entre precios y estudios de factibilidad técnico-económicos.
Las regulaciones fijan topes claros: una utilidad máxima del 15 % sobre costos directos, tarifas de mano de obra hasta cinco veces las vigentes y límites en los gastos indirectos (un coeficiente de 1.0, como máximo, sobre el costo de la mano de obra directa y de 0.3 sobre el uso de equipos). Además, los costos deben ser verificables y auditables.
El sistema obliga a que el presupuesto total de cada obra -sean inversiones, reparaciones capitales o mantenimientos constructivos- esté contenido dentro del financiamiento estatal aprobado.
De acuerdo con Lourdes Rodríguez Ruiz, viceministra del MFP, “la nueva norma es de regulación para actores económicos estatales y no estatales del país, en torno al correcto empleo del presupuesto del Estado destinado a las gestiones constructivas”.
Citada por el diario oficial Granma, la funcionaria explicó que se busca establecer “un sistema de precios de la construcción que permita operar en igualdad de condiciones para los actores económicos estatales y no estatales”.
Uno de los puntos más sensibles del cambio es que elimina las exoneraciones previamente aplicadas al sector privado. En adelante, todos los actores -estatales o privados- deberán operar bajo las mismas reglas si intervienen en obras estatales. Además, se limita el pago a los trabajadores contratados y se asigna a los inversionistas la responsabilidad directa de elaborar los presupuestos y estudios de factibilidad.
Antonio Amaury Medina Morante, viceministro del MICONS, precisó que “las entidades estatales acuerdan los precios con las formas de gestión no estatal, pero deben enmarcarse en el presupuesto aprobado y el alcance previsto”.
Informó, asimismo, que a los seis meses de su puesta en vigor “se analizarán los resultados de ambas normativas, para perfeccionarlas o corregir a tiempo alguna distorsión”.
La reforma incluye un nuevo modelo de cálculo, recogido en el Anexo I de la Resolución 153/2025, con 19 componentes detallados, desde materias primas hasta tributos. También incorpora una metodología técnica actualizada (Anexo II) y nuevas normas para el reajuste de presupuestos en obras en ejecución.
El PRECONS III llega después de años de quejas sobre la desorganización del sector y múltiples violaciones detectadas en la formación de precios. A cuatro años de haberse aplicado el esquema anterior, el gobierno reconoce que persistían “inquietudes, violaciones e incrementos del cálculo de los presupuestos, elementos que fundamentan su actualización”.
Aunque el MFP la considera “una herramienta clave para combatir la inflación en los servicios de construcción, promoviendo un entorno más favorable para el desarrollo de los proyectos”, su efecto real apunta a expulsar del sector público a las mipymes y constructores privados, imposibilitados de trabajar bajo un esquema que no permite cubrir ni sus costos básicos.
La mayoría de los insumos de construcción en Cuba son importados y se adquieren en divisas. Al no existir un mercado cambiario formal, las constructoras privadas están obligas a adquirir divisas en el mercado negro, donde el dólar se cotiza a más del triple del tipo de cambio oficial (370 CUP frente a los 120 CUP oficiales).
Esta brecha, combinada con un proceso de bancarización forzada sin condiciones reales, dispara los costos de los materiales y hace económicamente inviable que las mipymes ejecuten obras públicas sin operar con pérdidas.
Entre las reacciones iniciales en redes sociales, empresarios privados aseguran que PRECONS III, lejos de dinamizar el sector, impone barreras insostenibles para las mipymes y constructores privados, además de advertir sobre topes de salarios, utilidades y gastos que, vaticinan, harán inviable cualquier vínculo comercial con el Estado.
Con reglas “iguales para todos” y control más estricto desde el origen del presupuesto, el gobierno espera evitar que cada inversión pública se convierta en un desangre financiero. Falta ver si, a diferencia de sistemas anteriores, este logra sostenerse más allá del papel.
El Gobierno de Cuba anunció este miércoles un significativo aumento en los precios mayoristas del cemento de producción nacional, una medida justificada como necesaria para garantizar la sostenibilidad financiera de la industria, pero en medio de una profunda crisis económica, elevada inflación, escasez de materiales de construcción y una demanda habitacional insatisfecha.
Constructores estatales, privados y ciudadanos de a pie podrían verse afectados por el encarecimiento del cemento, lo que impactará tanto en los costos de obras públicas como en los esfuerzos individuales por construir o reparar viviendas.
La profunda caída en la construcción de viviendas en Cuba es una señal inequívoca de la debacle económica y social que atraviesa el país: en 2024 se construyeron 5.5 veces menos viviendas que en 1984 y 15 veces menos que en 2006. Incluso, en el peor año del Período Especial (1992, según el economista Pedro Monreal) se construyeron casi tres veces más viviendas que el año pasado.
Durante el primer trimestre de 2025 en Cuba se construyeron apenas 1,344 casas, equivalentes al 12.4 % del plan de 10,795 previstas, una cifra que pone en evidencia un retroceso alarmante en el deteriorado programa estatal de construcción de viviendas, el colapso estructural del sector y la ineficacia del gobierno para atender una de las necesidades más críticas de la población.
En contraposición, las estadísticas comparativas de los últimos años muestran un patrón persistente: desde al menos 2014, las actividades vinculadas al turismo han ido acaparando un peso creciente en la inversión nacional.
A pesar del prolongado estancamiento del sector y de las profundas carencias que afectan a la población en áreas clave como la salud pública y la producción de alimentos, el régimen cubano continúa priorizando las inversiones asociadas al turismo.
A juicio del economista Monreal, “la contradicción entre un turismo en declive que sigue tragando desaforadamente los escasos recursos de inversión y una crisis alimentaria a la deriva… expresa, cuando menos, una política inmovilista”.
Preguntas frecuentes sobre el Sistema de Precios de Construcción PRECONS III en Cuba
¿Qué es el Sistema de Precios de Construcción y Montaje (PRECONS III) en Cuba?
El PRECONS III es una actualización legal del sistema de precios para el sector constructivo en Cuba, implementada por el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) y el Ministerio de la Construcción (MICONS) para estandarizar el cálculo de precios en las obras estatales. Este sistema busca corregir distorsiones y frenar el incremento injustificado de presupuestos, afectando tanto a actores estatales como no estatales.
¿Cómo afecta el PRECONS III a las empresas privadas y mipymes en Cuba?
El PRECONS III elimina las exoneraciones previamente aplicadas al sector privado, imponiendo reglas iguales para todos los actores involucrados en obras estatales. Esto puede resultar en barreras insostenibles para mipymes y constructores privados, quienes enfrentan costos elevados debido a la necesidad de adquirir divisas en el mercado informal y a la bancarización forzada sin condiciones reales.
¿Qué cambios introduce el PRECONS III respecto a las normativas anteriores?
El PRECONS III sustituye las Resoluciones 104/2021 (MFP) y 38/2021 (MICONS) e introduce un nuevo enfoque en el cálculo de precios, incluyendo la estandarización y la exigencia de correspondencia directa entre precios y estudios de factibilidad técnico-económicos. También fija topes claros en utilidades, tarifas de mano de obra y gastos indirectos.
¿Qué impacto tiene el aumento de precios del cemento en Cuba?
El aumento de los precios del cemento impacta significativamente en los costos de construcción, afectando tanto a proyectos públicos como a esfuerzos individuales para construir o reparar viviendas. Este incremento se da en un contexto de crisis económica, elevada inflación y escasez de materiales de construcción.
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