El régimen cubano no permite a los hermanos Omara y Ariel Ruiz Urquiola regresar a Cuba, por su activismo y sus protestas contra la dictadura, pero utiliza la ausencia forzosa de ambos para decomisarles la finca y los animales que el biólogo cubano tenía en usufructo en Viñales (Pinar del Río).
La madre del científico, que está obligado a vivir fuera de la Isla, pide que le permitan a su hijo acceder a su país para que pueda regularizar el contrato del usufructo que tenía con el Estado. Lejos de atender a su petición, un funcionario del Ministerio de Agricultura que dice llamarse Carlos Fleitas y que asegura ser especialista en Genética y Registro Pecuario, ha explicado ante la cámara del teléfono de la madre de los Ruiz Urquiola, Isabel Gliselia Urquiola Cruz, de 79 años, los motivos que esgrimen las autoridades provinciales para llevarse el ganado en una fecha tan señalada como el Día del Campesino.
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Fleitas acudió a la finca El Infierno, de los Ruiz Urquiola, junto a los monteros Manuel Álvarez y José Miguel Martínez y el comprador Pedro Arteaga. Los cuatro funcionarios del Minagri se presentaron este sábado 17 de mayo de 2025, "en cumplimiento de la resolución de la extinción del usufructo del compañero Ariel Ruiz Urquiola".
Para que se entienda, extinguen el contrato de usufructo, dejan a Ariel Ruiz Urquiola sin tierras y al no ser propietario de terrenos, no puede tener ganado y se lo expropian de manera forzosa. Fleitas se justifica diciendo que le dieron un plazo a la madre de los activistas para vender el ganado y pasado ese período, como no se vendieron los animales (que son de Ariel Ruiz Urquiola, a quien no dejan entrar a Cuba) "el Estado pasa a una compra, donde, lógicamente él (Ariel Ruiz Urquiola) no está presente, pero se toma un acuerdo en la comisión de la 'masa', en este caso es el número 4 de 2025, y los animales pasan a la empresa Agroindustrial, El Rosario, de Viñales".
"Estamos aquí hoy para recoger los animales que nos faltan", dijo Fleitas en referencia a que ya se habían llevado una vaca y una burrita hace un par de meses.
Pese a hablar abiertamente de una "compra", el funcionario genetista, asegura que se llevan los animales de El Infierno "en calidad de depósito".
Ante un acto de hecho sin la posibilidad de impugnar esta decisión administrativa en los tribunales, algo completamente normal y legal en democracia, la madre de los Ruiz Urquiola pidió que le permitieran regalar los animales a campesinos de la zona que se habían brindado voluntariamente para tenerlos en sus fincas, pero los funcionarios del Minagri (Ministerio de Agricultura) se opusieron.
Según explica Omara Ruiz Urquiola, esa compra forzosa que esgrime el Estado es ilegal porque solo pueden vender los dueños del ganado: Ariel Ruiz Urquiola y ella misma, que tiene un poder que le permite tomar decisiones sobre la finca y los animales. A ninguno de los dos hermanos el régimen les permite entrar a Cuba.
"No queremos vender"
"No sé cómo ustedes van a valorar eso, pero no es menos cierto que por motivos X el usufructo está extinguido. Ya yo les expliqué a ustedes en la otra ocasión y lo saben y que es así, que mi hijo no puede entrar al país. Mi hija, que es la que tiene poder, tampoco. Yo he hecho gestiones y los animales no los voy a vender, pero sí a regalarlos, porque eso es un derecho que tenemos nosotros. Esos animales fueron comprados legalmente en el Oriente de Cuba y en la última feria que hubo en Consolación. Pagados con el dinero de mi hijo y por tanto y demás nadie tiene derecho a obligarnos a vender si yo no quiero ni él tampoco. Nosotros preferimos regalarlos a personas que sabemos que los van a cuidar bien y precisamente en el día de hoy yo iba a hacer una gestión para ver cómo me pueden devolver lo que es de nosotros, que está pagado con el dinero de nosotros y no queremos venderlo", recalcó sin éxito Isabel Urquiola.
Aunque los funcionarios del Minagri han propuesto a la madre de los Urquiola que, a sus 79 años, baje a Viñales a firmar un papel que ellos dicen que podría darle "esperanzas" de no perderlo todo, ella ha rechazado acudir porque entiende que el propietario de la finca es su hijo y que la única forma de regularizar el contrato es permitiéndole regresar a Cuba, en cumplimiento del derecho universal a la libre circulación.
En un mensaje a su hijo Ariel, Isabel le asegura que no quiere perder los nervios con este tema de la finca y de los animales que es una injusticia más del régimen con su familia. Ella quiere estar fuerte para poder volver a sus hijos, a los que el régimen mantiene regulados sin posibilidad de regresar a Cuba y en el caso de Ariel Ruiz Urquiola, peor aún porque no le permite ni tan siquiera, renovar su pasaporte cubano. Al respecto, en una entrevista concedida a CiberCuba, Omara Ruiz Urquiola confirmo que en diciembre volverá a intentar entrar a su país.
"Yo pienso que es por gusto ir (al Minagri), desgastarme innecesariamente. No se puede creer en estas personas. Sabíamos que esto iba a pasar, pero, de todas formas, esto uno lo sufre muchísimo. Yo a esta hora no he podido ni desayunar. Trataré de equilibrarme, rogar a Dios que me acompañe, que esté bien para seguir, para continuar, para verlos a ustedes algún día", señaló Isabel Urquiola, madre de los activistas.
También quiere mantenerse fuerte para poder denunciar en una Cuba democrática, a los funcionarios que le han decomisado sus animales. "Esto es un robo aunque no sea a mano armada. Los animales son tuyos (de Ariel). Tú los compraste con tu dinero. No es tiempo de lamentarse, pero sí de tener fe en el futuro que nos queda. Yo tengo que cuidarme. Yo quiero estar viva. No quiero que esto me cause a mí un problema mayor de salud", añadió a su hijo.
"A ustedes no tienen por qué vetarlos para que entren al país. Esto tú lo hubieras ventilado legalmente. Es muy difícil para mí. Simplemente soy tu madre. No tengo miedo en ir allí, pero me puede pasar algo. Voy a bañarme, comer algo y descansar. Yo hoy no puedo hacer nada más".
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