El sacerdote cubano Alberto Reyes compartió en Facebook una profunda reflexión sobre la reciente medida anunciada por la prensa oficial que amenaza con retirar la custodia de los hijos a los padres que no les inculquen valores patrióticos.
Reyes, conocido por su postura crítica, aborda con ironía el tema y cuestiona que el gobierno sea tan tajante para exigir inculcar amor a la patria, cuando precisamente por esa falta de ese amor se ha deteriorado tanto la nación.
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"No hemos amado suficientemente a nuestra patria, y por ello, hemos apoyado de mil modos a aquellos que le han cerrado los caminos de la libertad y del progreso, a los que han destruido sistemáticamente la democracia y desarticulado a la sociedad civil", dijo.

El párroco camagüeyano recordó los actos de repudio, las denuncias a opositores y la participación en frases como "socialismo o muerte", y criticó la pasividad ante problemas sociales como la falta de alimentos y el deterioro de la salud y la educación.
En una irónica vuelta de tuerca, reflexiona sobre la educación de las futuras generaciones, sugiriendo que, hoy más que nunca, es crucial enseñar a los niños el verdadero significado de "amar a la patria".
Este amor, subrayó, debe incluir el valor de la pluralidad, el derecho a disentir, la libertad de expresión y los derechos ciudadanos.
"Qué bien que nuestros niños aprecien desde pequeños el valor de la protesta pública, el derecho a la huelga, el papel de los sindicatos en la defensa del obrero, la necesidad del estado de derecho, la igualdad de todos ante la ley", detalló.
A continuación, CiberCuba comparte el texto íntegro de la publicación:
"He estado pensando… (112) por Alberto Reyes Pías
He estado pensando en la necesidad de inculcar en los niños el amor a la patria
A través de la prensa oficial, se nos ha comunicado que los padres que no inculquen valores patrióticos a sus hijos pueden perder la custodia sobre éstos.
Por una parte, pienso que la medida es un poco extrema, pero por otra, me alegro inmensamente de que, por fin, se insista de modo tan tajante sobre este tema. Me parece un paso de avance extraordinario que se pida a los padres que inculquen en sus hijos el amor a la patria.
Porque creo que, precisamente por la falta de amor a la patria, ésta se ha deteriorado tanto. No, realmente no hemos amado suficientemente a nuestra patria, y por ello, hemos apoyado de mil modos a aquellos que le han cerrado los caminos de la libertad y del progreso, a aquellos que han destruido sistemáticamente la democracia y que han desarticulado a la sociedad civil, provocando la vulnerabilidad y la indefensión de la población común.
Por no amar a la patria hemos participado en los actos de repudio y hemos contribuido a la división y a la confrontación agresiva, hemos llenado las plazas en las tribunas abiertas y gritado a pleno pulmón 'socialismo o muerte', hemos denunciado a nuestros hermanos, y hemos alzado la mano fingiendo aprobación y unanimidad.
Nuestra falta de amor a la patria nos ha llevado a pactos de silencio, a no denunciar nuestra hambre, nuestra escasez de lo más básico, el derrumbe del sistema de salud, el desastre progresivo de la enseñanza.
Qué bueno que ahora se nos insista en fomentar en los niños el amor a la patria, porque hoy más que nunca es necesario enseñar a las nuevas generaciones cómo abrazarla y reconstruirla, sustituyendo la doble moral por el amor a la verdad, la apatía política por el compromiso social, y el miedo por la valentía para reclamar y defender nuestros derechos ciudadanos.
Qué bueno que nuestros niños aprendan el valor de la pluralidad, que sepan disentir cuando no estén de acuerdo, que crezcan alimentado la iniciativa social, que aprendan desde pequeños el bien que le hacen a la patria la libertad, la democracia, el pluripartidismo, la multiplicidad de criterios y de corrientes filosóficas.
Qué bien que nuestros niños aprecien desde pequeños el valor de la protesta pública, el derecho a la huelga, el papel de los sindicatos en la defensa del obrero, la necesidad del estado de derecho, la igualdad de todos ante la ley, el valor de la disidencia que busca soluciones alternativas.
Repito que me parece un poco extremo que se prive de sus hijos al que no los eduque en los valores patrios de la libertad, la democracia y la justicia social como pilares que construyen a una nación, pero sí habría que insistirles lo más posible en esto porque, de lo contrario, puede ser que crezcan en la intolerancia y la exclusión, y en el espíritu dictatorial que sólo hace que la patria termine deshecha en menudos pedazos".
Preguntas frecuentes sobre el mensaje del sacerdote Alberto Reyes y el patriotismo en Cuba
¿Cuál es la crítica principal de Alberto Reyes hacia el régimen cubano?
Alberto Reyes critica la falta de pluralidad, libertad de expresión y derechos ciudadanos en Cuba. Señala que el régimen ha destruido la democracia y desarticulado la sociedad civil, lo que ha llevado al deterioro de la nación y a una situación de represión y desesperanza.
¿Qué opina Alberto Reyes sobre la medida de inculcar valores patrióticos a los niños?
Alberto Reyes considera que la medida es extrema, pero ve positivo que se insista en inculcar amor a la patria. Sin embargo, subraya que este amor debe incluir el valor de la pluralidad, el derecho a disentir y la libertad de expresión, contrariamente a lo que el régimen actual promueve.
¿Cuál es la visión de Alberto Reyes sobre el verdadero patriotismo?
Para Alberto Reyes, el verdadero patriotismo incluye la libertad, el derecho a disentir y el pluripartidismo. Considera que amar a la patria implica enseñar a las nuevas generaciones a valorar la protesta pública, el derecho a la huelga y la igualdad ante la ley, todo lo cual está en contraste con la ideología dominante en Cuba.
¿Qué propone Alberto Reyes para el futuro de Cuba?
Alberto Reyes aboga por un cambio radical en las políticas de Cuba, sugiriendo que es esencial continuar lo que se descontinuó y detener la continuidad de políticas fallidas. Promueve la libertad económica y el respeto a los derechos ciudadanos como bases para el progreso del país.
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