Tras la reciente muerte de varios menores en la provincia de Artemisa por una descarga eléctrica, el periódico oficialista Invasor volvió a compartir en sus redes sociales una alerta publicada semanas atrás, donde advierte que los rayos causan más muertes en Cuba que los huracanes.
Según un estudio del Instituto de Meteorología, entre 1987 y 2017, las fulguraciones provocaron un promedio de 54 muertes anuales, acumulando 1,742 fallecidos en tres décadas, señaló el artículo firmado por el especialista Frank Fernández Castañeda.
Las provincias más afectadas son Granma, Holguín, Camagüey y Santiago de Cuba, con los mayores picos de mortalidad en julio, agosto y junio, meses de alta actividad eléctrica.
Desde el Centro Meteorológico Provincial de Ciego de Ávila, el especialista advierte sobre comportamientos de riesgo observados con frecuencia, como la práctica de deportes al aire libre durante las tormentas.
Permanecer en espacios abiertos en estas condiciones multiplica el peligro de impacto por rayo, alertan los expertos.
Estos fenómenos se originan por el desarrollo de cumulonimbos, nubes de gran desarrollo vertical, favorecidas por el aire cálido y húmedo que asciende rápidamente, junto a una atmósfera inestable.
Lo más leído hoy:
En su interior, las partículas de agua y hielo colisionan y generan cargas eléctricas que terminan en descargas visibles: los rayos.
Estas descargas eléctricas pueden producirse entre nubes o entre nube y suelo, y generan truenos cuando el aire se calienta y se expande violentamente, alcanzando temperaturas superiores a los 30,000 grados Celsius.
En la Isla, las tormentas eléctricas ocurren sobre todo en las tardes veraniegas, aunque pueden presentarse en cualquier época del año.
La peligrosidad se incrementa por la combinación con lluvias intensas, vientos fuertes, caída de granizos e incluso la posibilidad de tornados.
Las estadísticas del Ministerio de Salud Pública son alarmantes: Granma registra 249 muertes por rayos, seguida por Holguín (186), Camagüey (161) y Santiago de Cuba (147).
Por su parte, en la provincia de Ciego de Ávila se contabilizaron más de 60 víctimas en el período estudiado.
El meteorólogo recomienda buscar refugio de inmediato en edificaciones cerradas con estructuras metálicas o cableado que actúe como jaula de Faraday, y evitar actividades al aire libre.
En caso de no contar con refugio, se debe alejarse de árboles, postes y cuerpos de agua, y adoptar una posición de seguridad en cuclillas, con los pies juntos.
En interiores, se aconseja desconectar electrodomésticos, no utilizar teléfonos fijos y mantenerse lejos de ventanas y tuberías.
El llamado del especialista cubano es claro: los rayos matan y no deben subestimarse.
Preguntas frecuentes sobre el impacto de los rayos en Cuba
¿Por qué los rayos son más mortales que los huracanes en Cuba?
Los rayos causan más muertes en Cuba que los huracanes debido a su frecuencia y la falta de medidas adecuadas de prevención. Entre 1987 y 2017, los rayos provocaron un promedio de 54 muertes anuales, sumando un total de 1,742 fallecidos en tres décadas. La alta actividad eléctrica en los meses de junio, julio y agosto, junto con comportamientos de riesgo como la práctica de deportes al aire libre durante tormentas, incrementan el peligro.
¿Cuáles son las provincias más afectadas por los rayos en Cuba?
Las provincias más afectadas son Granma, Holguín, Camagüey y Santiago de Cuba, donde se registran los mayores picos de mortalidad por descargas eléctricas. Granma encabeza la lista con 249 muertes, seguida por Holguín con 186, Camagüey con 161 y Santiago de Cuba con 147. Estas regiones experimentan una alta incidencia de tormentas eléctricas durante el verano.
¿Qué medidas de seguridad se deben tomar durante una tormenta eléctrica en Cuba?
Se recomienda buscar refugio de inmediato en edificaciones cerradas con estructuras metálicas o cableado que actúe como jaula de Faraday. En caso de no contar con refugio, es crucial alejarse de árboles, postes y cuerpos de agua, y adoptar una posición de seguridad en cuclillas con los pies juntos. En interiores, se debe desconectar electrodomésticos, evitar el uso de teléfonos fijos y mantenerse lejos de ventanas y tuberías.
Archivado en:
