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Finalmente murió el hombre que en la tarde del domingo, Día de los Padres, intentó salvar a su hija cuando la menor comenzó a luchar contra el fuerte oleaje mientras nadaba en el mar frente al hotel B Ocean, en Fort Lauderdale, según confirmó la policía local este lunes.
El trágico suceso tuvo lugar alrededor de las 7:20 p.m., en la popular zona de Seabreeze Boulevard, tan solo veinte minutos después de que los salvavidas de Ocean Rescue hubieran concluido su jornada.
Cuando se retiraban, escucharon por la radio una llamada al 911 que alertaba sobre una niña luchando contra las olas.
El padre, identificado como Antwon Wilson, de 33 años y residente en Lauderhill, se lanzó de inmediato al agua para intentar rescatarla. Un segundo adulto -un buen samaritano- también ingresó al mar para ayudar.
De acuerdo con el jefe del batallón de bomberos de Fort Lauderdale, Danny Moran, Wilson logró llegar a la niña y mantenerla a flote el tiempo suficiente hasta que los rescatistas pudieron intervenir.
Los salvavidas regresaron rápidamente y entraron al agua, logrando sacar con vida a la menor.
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Sin embargo, Wilson había desaparecido bajo el agua.
Minutos más tarde fue hallado y trasladado a la orilla, donde los paramédicos intentaron reanimarlo sin éxito.
Fue declarado muerto poco después en el Broward Health Medical Center.
La menor fue transportada al hospital junto con el buen samaritano, Eslam Saad, que intervino en el rescate.
Saad estaba disfrutando del día con su propia familia cuando escuchó el alboroto.
“Mucha gente gritaba: ‘¡Ayuda, ayuda!’”, relató a la prensa local el testigo, quien no dudó en actuar. “Simplemente salté”, dijo.
“No pensé en nada. Ni siquiera le dije a mi esposa que me iba a meter al agua otra vez. Intenté nadar, intenté salir con ella. Creo que hice todo lo posible por acercarla a la costa”, añadió.
Cuando logró alcanzar a la niña, intentó calmarla. “Le dije: ‘Por favor, sé que estás en pánico. Por favor, no hagas ninguna locura. Haré todo lo posible por sacarte’”.
Saad fue el que finalmente condujo a la niña hasta una zona más segura, donde los socorristas tomaron el control. En medio del caos, Wilson había desaparecido.
“Una vez que ingresé al hospital y se aseguraron de que estaba bien, intenté preguntar por ellos y me dijeron que su padre ya se había ido”, contó Saad, visiblemente afectado.
El hombre también fue dado de alta al día siguiente y expresó que, a pesar del trauma, no se arrepiente de sus actos.
“Me siento orgulloso de mí mismo y volvería a hacer lo mismo sin importar las consecuencias”, aseguró.
Según relató, la familia de Wilson le agradeció profundamente su valentía.
Las autoridades instan a los bañistas a redoblar las precauciones en el mar, en un momento en que se acerca el verano y se dispara la afluencia a las playas en toda Florida.
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