Ministro de Justicia se pronuncia sobre acusaciones de injerencia en la masonería cubana

Las palabras del titular del MINJUS no logran disipar del todo las dudas ni calmar el descontento dentro del gremio masónico.

Foto © Collage X/Oscar Silvera Martínez - Captura de Facebook/Cubanet

El ministro de Justicia de Cuba, Óscar Manuel Silvera Martínez, ofreció declaraciones públicas con el fin de rechazar las acusaciones de intervención estatal en los asuntos internos de la masonería cubana.

En su intervención, transmitida en el Noticiero Nacional de Televisión (NTV), el titular del MINJUS defendió el marco legal que regula las asociaciones en Cuba y se refirió al respeto histórico de su ministerio hacia la Gran Logia de Cuba, sin mencionar directamente los recientes conflictos por el liderazgo masónico ni a las figuras involucradas en dicha disputa.

Defensa institucional: La ley y el papel del MINJUS

Desde el inicio de su comparecencia, Silvera subrayó el marco legal que respaldaría la actuación de su ministerio.

“La Ley 54 de 1985, que nosotros denominamos la ley de asociación, concede al Ministerio de Justicia un papel rector en el proceso de constitución, creación y control de las formas asociativas", refirió el ministro, quien dijo que ese "papel rector" implica una obligación legal del ministerio en cuanto al seguimiento, supervisión y cumplimiento de las normas de las organizaciones registradas:

“Esta normativa otorga al MINJUS la responsabilidad del control, del cuidado, del cumplimiento de la ley de asociaciones", precisó.

Según el titular, en Cuba existen actualmente 2,261 formas asociativas registradas, de las cuales 1,141 son fraternales, y entre ellas una buena parte son los masones.


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Reconocimiento formal a la masonería y a sus mecanismos internos

El ministro también subrayó la consideración legal que el Estado cubano tiene de la masonería, de la cual dijo que es "una asociación fraternal de carácter social" y que por ende están constituidas por su inscripción en el Registro de Asociaciones.”

Desde esa perspectiva, recalcó que la Gran Logia de Cuba no es una excepción al control estatal, sino parte de un marco normativo que rige para todas las entidades similares. No obstante, enfatizó que ello no implica interferencia alguna.

“Con la Gran Logia de Cuba y el resto de las Logias, hemos tenido una relación de cercanía y respeto", apuntó.

Silvera insistió en que su ministerio reconoce y respeta profundamente la autonomía de la masonería, sobre todo en lo concerniente a su legislación interna.

“La masonería tiene una legislación amplia, que abarca todos los aspectos de la vida de la fraternidad y tiene los mecanismos para resolver las diversas situaciones que se pueden dar.”

Dijo, además, que "disponen de mecanismos para resolver las diversas y complejas situaciones que en la cotidianidad de la vida de la masonería se puedan dar".

El conflicto actual: "Un tema interno", según el ministro

Sin hacer referencia explícita a nombres ni a hechos recientes, Silvera describió las tensiones dentro de la institución como una controversia de naturaleza interna:

“Se trata de un tema interno, que deberán abordar y resolver desde sus propias reglas.”

Reconoció que existen “diferencias en la manera, en la forma, en el procedimiento en que se ha elegido al Gran Maestro”, y que esas discrepancias han provocado división dentro de la fraternidad

En cuanto al papel del Ministerio de Justicia durante la crisis, Silvera admitió que se han producido múltiples intercambios con los sectores enfrentados.

“Se han realizado de forma reiterada conversatorios, reuniones, entrevistas solicitadas tanto por representantes de esos grupos de masones como por el propio Ministerio de Justicia, en aras de garantizar mayor claridad sobre estos temas", dijo pero reiteró que ha sido desde el respeto institucional.

“Hemos insistido en que ellos deben buscar las fórmulas, las maneras que, a partir de sus normativas, garanticen el cumplimiento de los preceptos de la legislación masónica para la solución de las diferencias", acotó.

Negación rotunda a las acusaciones de intervención

Uno de los puntos más contundentes del pronunciamiento fue la negación absoluta de cualquier interferencia estatal en los asuntos internos de la masonería.

“Es falsa la acusación de interferencia, favoritismo o privilegios que ejercen supuestamente entidades del gobierno sobre miembros de estas agrupaciones [...] Es falso, es tendencioso, es malintencionado atribuir al Ministerio de Justicia ni a ninguna otra institución del gobierno y del Estado del país interferencia alguna en la institución masónica", reiteró.

“En nuestro caso no ha existido ni existirá ninguna acción que interfiera, que privilegie, que busque criterios de prevalencia de unos ni de otros. Lo que decidan las instituciones masónicas, los hombres que integran esas instituciones es lo que nosotros acataremos y respetaremos", reiteró.

Asimismo, calificó de inaceptables las críticas dirigidas a funcionarios del MINJUS.

Calificó de "incorrecto e inadmisible" que sobre funcionarios y directivos del Ministerio de Justicia se realicen calumnias y ofensas, e indicó que esas actitud "desconocen esa esencia de respeto mutuo y consideración que ha presidido el trabajo entre el Ministerio de Justicia y la masonería".

El Ministerio de Justicia se blinda frente a las críticas

Las declaraciones del ministro Silvera apuntan a blindar al Ministerio de Justicia frente a las crecientes críticas por su presunta intervención en la crisis interna de la masonería cubana.

A través de una defensa técnica del marco legal y un discurso de respeto institucional, el funcionario intentó distanciar al gobierno del conflicto que vive la Gran Logia.

Sin embargo, medios independientes como Cubanet han señalado que el MINJUS sí habría tomado partido en la controversia, al respaldar abiertamente a Mayker Filema Duarte, quien se mantiene como Gran Maestro pese a haber sido destituido por la mayoría de la Alta Cámara masónica.

Según esos reportes, el Ministerio ha desconocido la elección interna de Juan Alberto Kessel Linares como nuevo líder de la fraternidad, una decisión adoptada conforme a los estatutos masónicos.

Cubanet sostiene que este respaldo estatal a Filema Duarte, quien asumió el cargo tras la salida del anterior Gran Maestro acusado de malversación, contradice los principios de no injerencia defendidos públicamente por el ministro.

Esta actitud oficial ha profundizado el cisma en la masonería cubana y alimentado la percepción de favoritismo institucional, a pesar de las insistencias de Silvera en sentido contrario.

En definitiva, las palabras del titular del MINJUS no logran disipar del todo las dudas ni calmar el descontento dentro del gremio masónico, donde una amplia mayoría exige que el liderazgo de la Gran Logia sea resuelto de forma democrática y sin presiones externas.

La fractura sigue abierta y el desenlace todavía es incierto.

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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.




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