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Un nuevo derrumbe parcial estremeció el viernes el barrio de Santos Suárez, en el municipio 10 de Octubre, dejando un edificio prácticamente reducido a escombros en la intersección de San Bernardino, Serrano y Durege.
Según relató en Facebook el usuario La Tijera, la parte central del inmueble colapsó casi por completo.
El hecho ha aumentado la preocupación en los vecinos, que señalan el visible deterioro de las edificaciones colindantes. "Temen que esto no sea el último derrumbe en la zona", señala la nota.
Los equipos de bomberos y rescatistas acudieron al lugar para las labores de búsqueda de residentes.
Al momento de la redacción de la nota, se desconocía si había víctimas o personas atrapadas.
El hecho no es aislado en el área. En esa misma cuadra, el pasado 16 de febrero, se reportó un derrumbe similar, también sin respuesta efectiva de las autoridades.
"¿Cuántas vidas más deben correr peligro para que el régimen actúe? Este tipo de tragedia ya no es noticia... es rutina", cuestionó el autor del post.
Los medios oficialistas aún no han emitido ninguna declaración sobre el suceso, una práctica común que refuerza la percepción de abandono institucional frente a esta crisis.
El contraste de un país que construye hoteles mientras sus viviendas se caen
Este nuevo derrumbe vuelve a poner en evidencia el alarmante deterioro del fondo habitacional cubano, particularmente en La Habana.
Miles de edificios en la capital presentan daños estructurales severos, muchos de ellos habitados por familias que conviven con el miedo diario de un colapso repentino.
La situación del fondo habitacional contrasta de forma escandalosa con la priorización gubernamental de la inversión hotelera.
El gobierno erige nuevos complejos turísticos o se remodelan edificios coloniales para alojar visitantes extranjeros, mientras las viviendas de los cubanos se desploman sin mantenimiento alguno.
El crecimiento del sector turístico -respaldado por megaproyectos estatales- no ha traído beneficios visibles para los residentes, que siguen enfrentando condiciones de vida críticas, sin acceso a reparaciones estructurales, sin materiales de construcción y sin opciones de reubicación segura.
Una bomba de tiempo en la que vive la mayoría
Los derrumbes como el ocurrido este viernes no son casos excepcionales, sino síntomas de una crisis estructural acumulada durante décadas.
La falta de mantenimiento, la escasez de recursos, la desatención gubernamental y la incapacidad de ofrecer soluciones habitacionales dignas han hecho de los barrios cubanos una bomba de tiempo, donde la pobreza y el abandono estatal se entrelazan muchas veces con la tragedia.
Cada nuevo colapso deja no solo escombros, sino vidas deshechas, familias damnificadas y comunidades aún más fracturadas.
El Estado, lejos de enfrentar la magnitud del problema con un plan coherente y transparente, guarda silencio o responde con parches asistenciales, insuficientes ante una situación crítica.
Este nuevo derrumbe refleja no solo la fragilidad física de las construcciones, sino la fragilidad de un sistema que ha dejado de proteger a su gente.
Preguntas frecuentes sobre los derrumbes en Cuba
¿Por qué se producen tantos derrumbes en Cuba, especialmente en La Habana?
Los derrumbes en Cuba son el resultado de un grave deterioro del fondo habitacional, causado por décadas de falta de mantenimiento, escasez de recursos y desatención gubernamental. En La Habana, muchas edificaciones presentan daños estructurales severos, agravados por las condiciones climáticas y la antigüedad de los inmuebles. A pesar de las continuas advertencias de los residentes, las soluciones ofrecidas por el régimen son insuficientes, lo que incrementa el riesgo de estos incidentes.
¿Cómo responde el gobierno cubano frente a los derrumbes de edificios?
El gobierno cubano ha sido ampliamente criticado por su inacción y respuestas insuficientes ante los derrumbes. Frecuentemente, las autoridades ofrecen soluciones temporales y parches asistenciales, sin abordar la raíz del problema. La falta de un plan coherente y transparente para mejorar el estado de la infraestructura habitacional ha dejado a muchos ciudadanos en condiciones precarias y peligrosas.
¿Qué impacto tiene la inversión hotelera en la crisis habitacional en Cuba?
La inversión hotelera en Cuba contrasta fuertemente con la crisis habitacional que enfrenta la población. Mientras el gobierno prioriza la construcción de hoteles y megaproyectos turísticos, las viviendas de los ciudadanos cubanos se encuentran en un estado de abandono. Esta discrepancia no solo refleja el fracaso de las políticas económicas del régimen, sino que también agudiza la precariedad de la vida diaria de los cubanos, quienes no ven mejoras en sus condiciones de vivienda.
¿Qué medidas se están tomando para evitar más derrumbes en Cuba?
Hasta ahora, las medidas tomadas para prevenir más derrumbes han sido insuficientes y temporales. En algunos casos, como en el municipio de Colón, se han colocado cintas y barreras para limitar el acceso a zonas peligrosas, pero estas acciones no resuelven el problema de fondo. Se necesita un plan integral y efectivo de mantenimiento y reparación de la infraestructura urbana para evitar que estas tragedias se sigan repitiendo.
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