Cuba sigue en caída libre: Gobierno admite contracción económica y reconoce que “no alcanza para nada”

El régimen admitió una nueva contracción económica del 1,1% en 2024. “Lo que ingresa no alcanza”, dijo el ministro de Economía, reconociendo una crisis sistémica.

Cuba (Imagen de referencia) Foto © CiberCuba

El gobierno cubano reconoció oficialmente que la economía nacional volvió a contraerse en 2024, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,1 % a precios constantes, según reveló este lunes el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, durante una sesión de trabajo del Parlamento.

Aunque la cifra representa una leve mejoría respecto al desplome registrado en 2023, el dato —develado en las sesiones previas al Quinto Período Ordinario de Sesiones de la Décima Legislatura del Parlamento— confirma la tendencia de contracción económica sostenida que atraviesa el país, según reportó el periódico oficialista Granma.

En sus propias palabras, el titular de Economía admitió que “lo que hoy ingresa al país no alcanza” para garantizar ni siquiera los recursos más básicos como insumos, combustible, alimentos o mantenimiento de la infraestructura energética.

La declaración, hecha durante la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, retrata una realidad que millones de cubanos sienten cada día: inflación desbocada, desabastecimiento crónico, colapso del sistema eléctrico y pérdida generalizada del poder adquisitivo.

“Nos ha faltado energía y nos falta combustible: y sin energía y sin combustible es muy difícil desarrollarnos”, sentenció Alonso, quien también reconoció que no se han podido ejecutar mantenimientos a las termoeléctricas ni garantizar la operatividad del sistema de generación distribuida, paralizado por falta de piezas y repuestos.

A esto se suma el dato preocupante de que las exportaciones de bienes apenas cumplieron el 62 % del plan durante el primer semestre de 2025. Y aunque hubo repuntes puntuales en renglones como el tabaco, la langosta o los productos pesqueros, la caída del níquel, así como las dificultades logísticas, energéticas y de insumos, han afectado gravemente el rendimiento exportador.


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Según Alonso, los ingresos en divisas por exportaciones cayeron un 7 % en comparación con igual período del año anterior.

Mientras tanto, el mercado cambiario sigue fragmentado, la deuda externa se acumula y el país sigue sin acceso a créditos de desarrollo.

“No tenemos recursos suficientes para abastecer todos los insumos, ni las piezas necesarias para mantener en marcha los sectores productivos”, lamentó el ministro.

En cuanto a la producción de alimentos, el panorama es igualmente crítico. Aunque se han recuperado algunas capacidades mínimas, el cumplimiento de los planes se basa en proyecciones ajustadas a la escasez de recursos, y la producción de huevos fue señalada como uno de los renglones más afectados del sector agropecuario.

El discurso oficial reconoce, además, que las cifras actuales “no satisfacen las demandas de la población”, ni permiten cubrir los déficits de importaciones, por lo que se están reevaluando los planes para el segundo semestre.

En este contexto, el gobierno asegura que sigue priorizando la “política social” y que más de 300 mil personas han recibido ayuda económica para costear la canasta familiar normada, mientras otras 18 mil familias vulnerables recibieron recursos por un valor superior a los 270 millones de pesos.

Sin embargo, estas cifras palidecen ante la magnitud del deterioro económico y el profundo malestar ciudadano.

Durante su intervención, el presidente Miguel Díaz-Canel reconoció la gravedad del escenario y cuestionó el enfoque actual de la economía: “Lo que hoy ingresa el país no alcanza ni para insumos, ni para alimentos, ni para crear un mercado que funcione”.

Y advirtió que, si los nuevos esquemas de financiamiento no generan divisas reales, “solo habremos movido dinero de un lado a otro sin resolver nada” y también enfatizó que la falta de divisas impide estabilizar el mercado cambiario.

“¿Qué va a estimular que la gente venda divisas si la moneda nacional que reciben no tiene en qué gastarse?”, se preguntó Díaz-Canel, en una de las declaraciones más francas sobre el colapso del modelo económico actual.

En resumen, la economía cubana sigue en caída libre, con un modelo productivo sin capacidad de recuperación visible, una planificación desacoplada de la realidad y una gestión gubernamental que reconoce los síntomas pero no ofrece soluciones estructurales.

Mientras tanto, millones de cubanos enfrentan cada día el peso de una crisis que ya no se puede maquillar con discursos, ni disimular con promesas.

Contradictoriamente, en 2024 el gobierno cubano anunció una proyección de crecimiento económico del 1% para el año 2025, según informó el ministro del ramo durante una sesión de la Asamblea Nacional.

Esta meta, que a simple vista podría parecer modesta, fue planteada en un contexto marcado por una profunda crisis económica que ha golpeado todos los sectores productivos y ha afectado gravemente la calidad de vida de la población.

El ministro explicó que dicha previsión de crecimiento se fundamentaba en la supuesta recuperación del turismo, el aumento de ingresos por exportaciones y la reactivación de actividades productivas e industriales, junto con la imaginada –y no lograda– estabilización del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

Sin embargo, la noticia de la contracción no es sorpresiva. En mayo, el régimen cubano reconoció oficialmente el estancamiento de la economía nacional.

Los resultados económicos al cierre de marzo estuvieron marcados por el incumplimiento de planes, caídas en sectores estratégicos y una zafra azucarera que sigue en números rojos.

Preguntas frecuentes sobre la crisis económica en Cuba

¿Cuál es la situación actual de la economía cubana en 2025?

La economía cubana está en una situación crítica, con una contracción del 1,1% del PIB en 2024, caída de exportaciones, inflación descontrolada y desabastecimiento crónico. El gobierno reconoce que los ingresos no alcanzan ni para los recursos más básicos, como alimentos y combustible.

¿Qué problemas enfrenta el sistema energético de Cuba?

El sistema energético cubano está colapsado debido a la falta de combustible y piezas para el mantenimiento de termoeléctricas. Esto ha llevado a apagones prolongados que afectan la producción y la vida diaria de los cubanos.

¿Cómo afecta la crisis económica a la producción de alimentos en Cuba?

La producción de alimentos en Cuba está en una situación crítica, incapaz de satisfacer la demanda de la población. Aunque el gobierno afirma que hay un crecimiento, la realidad muestra una escasez persistente de productos básicos como huevos y leche.

¿Por qué el mercado cambiario en Cuba sigue fragmentado?

El mercado cambiario cubano sigue fragmentado debido a la existencia de múltiples tasas de cambio y la falta de una tasa flotante efectiva. La escasez de divisas y la baja oferta de bienes complican una reorganización que el gobierno no ha podido implementar.

¿Qué medidas está tomando el gobierno cubano para enfrentar la crisis económica?

El gobierno cubano ha reconocido la gravedad de la crisis, pero sus medidas se limitan a redistribuir los escasos recursos existentes, sin ofrecer soluciones estructurales eficaces. La falta de divisas y un sistema económico centralizado son barreras significativas.

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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.




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