El régimen cubano reconoció oficialmente el estancamiento de la economía nacional durante la más reciente reunión del Consejo de Ministros, encabezada por el gobernante Miguel Díaz-Canel y dirigida por el primer ministro Manuel Marrero.
En el encuentro entre comunistas, se abordaron los resultados económicos al cierre de marzo, marcados por el incumplimiento de planes, caídas en sectores estratégicos y una zafra azucarera que sigue en números rojos.
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Exportaciones e ingresos en divisas por debajo del plan
De acuerdo con el oficialista diario Granma, durante la presentación del informe del Ministerio de Economía y Planificación, el titular Joaquín Alonso Vázquez reconoció que, si bien las exportaciones de bienes crecieron ligeramente respecto al mes anterior, no cumplieron con las metas previstas.
En el caso de los servicios, la situación es aún más crítica: el turismo cayó un 22 % en comparación con el mismo periodo de 2024, evidenciando el deterioro de uno de los pilares económicos del país.
Justamente, hace unos días, el ministro de Turismo de Cuba, Juan Carlos García Granda, expresó su optimismo respecto a la recuperación del sector urante la temporada invernal 2025-2026, a pesar de la significativa caída del 29,7% en la llegada de visitantes internacionales registrada en el primer trimestre del año.
Durante declaraciones a la prensa tras la clausura de la Feria Internacional de Turismo (FITCuba) 2025 en el Cabaret Tropicana, García Granda sostuvo que la feria “superó las expectativas” no solo desde el punto de vista organizativo, sino también por la participación de más de 1,500 profesionales extranjeros y 2,573 nacionales, incluyendo representantes del sector estatal y no estatal.
Agricultura e inversiones: avances mínimos y prioridades selectivas
El ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, admitió que la producción agropecuaria sigue sin cubrir las necesidades de la población, aunque mencionó avances en la contratación para este año. Aun así, enfatizó que las cifras están muy por debajo de lo necesario, confirmando la persistente crisis alimentaria.
En cuanto al plan de inversiones, se informó que se priorizarán solo aquellas obras con aseguramiento material y financiero garantizado, enfocándose en la recuperación de la generación eléctrica, la producción de alimentos (especialmente en el equipamiento de riego) y la salud pública, en obras y equipos que aseguren la continuidad de servicios vitales.
“Economía de guerra” y llamados a control interno
Díaz-Canel, en tono combativo, insistió en que Cuba enfrenta una “guerra económica sin precedentes” debido al endurecimiento de las sanciones por parte de Estados Unidos, lo que —según él— obliga a gestionar la economía bajo un enfoque de “economía de guerra”.
El dcitador subrayó que es urgente incrementar ingresos en divisas y optimizar su uso, mediante: aumento de exportaciones; sustitución de importaciones; fortalecimiento de la industria nacional; impulso al proceso de bancarización, y consolidación del sistema empresarial estatal.
El régimen también hizo un llamado a aprovechar mejor el mercado interno como fuente de desarrollo económico y a integrar al sector no estatal en la planificación territorial y nacional. Reconoció que la falta de control por parte de entidades estatales ha generado “problemas inadmisibles” en las relaciones con actores privados.
Un diagnóstico sin soluciones de fondo
Aunque el discurso reiteró la necesidad de “corregir distorsiones”, “exigir resultados” y “evaluar las acciones del Programa de Gobierno”, las causas estructurales del deterioro —como la centralización, la ineficiencia estatal y la falta de reformas profundas— no fueron abordadas con autocrítica real.
Las declaraciones oficiales, centradas en el impacto externo y en llamados al esfuerzo colectivo, reflejan un modelo que sigue apostando a una economía planificada y vertical, sin señales concretas de apertura o transformación sustancial.
Cuba arrastra una crisis económica multidimensional, con inflación descontrolada, apagones prolongados, escasez de alimentos y servicios colapsados. Y aunque el gobierno reconoce el estancamiento, insiste en aplicar fórmulas fallidas sin asumir su cuota de responsabilidad.
Preguntas Frecuentes sobre la Crisis Económica en Cuba
¿Por qué la economía cubana está estancada?
La economía cubana está estancada debido a un modelo económico centralizado y poco eficiente, problemas estructurales internos, y la falta de reformas profundas. Aunque el gobierno culpa al embargo estadounidense, las deficiencias internas como la centralización excesiva, la burocracia y la falta de incentivos para el sector privado también juegan un papel crucial en la crisis actual.
¿Cuáles son los sectores más afectados por la crisis económica en Cuba?
Los sectores más afectados por la crisis económica en Cuba son el turismo, la agroindustria y la generación eléctrica. El turismo ha caído un 22% en comparación con el año anterior, la producción agropecuaria no cubre las necesidades básicas de la población, y el sector energético sufre apagones frecuentes. Estos problemas reflejan la falta de inversión, mantenimiento y una gestión económica ineficaz.
¿Qué medidas está tomando el gobierno cubano para enfrentar la crisis económica?
El gobierno cubano ha anunciado medidas como priorizar inversiones con aseguramiento material y financiero, enfocándose en la producción de alimentos, generación eléctrica y salud pública. También insiste en una "economía de guerra" y en optimizar el uso de divisas, pero hasta ahora estas medidas no han tenido un impacto significativo en la mejora de la situación económica.
¿Cómo está afectando la crisis económica a la vida diaria de los cubanos?
La crisis económica afecta gravemente la vida diaria de los cubanos, con inflación descontrolada, escasez de alimentos y servicios básicos colapsados. Los apagones frecuentes y la falta de insumos básicos han deteriorado la calidad de vida, mientras que el descontento social crece debido a la falta de soluciones efectivas por parte del gobierno.
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