Miguel Díaz-Canel pronunció un discurso este viernes en la clausura del Quinto Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde mezcló consignas revolucionarias, referencias a Estados Unidos como enemigo histórico y una serie de afirmaciones polémicas, por su contradicción con la realidad del país.
Una gran parte de su intervención la dedicó a repetir fórmulas conocidas, pero hubo frases que destacaron por su carga simbólica, por la crudeza con la que describieron la situación actual, o por reafirmar el control ideológico. Estas son las más controversiales, agrupadas por temas centrales.
Dolarización y desigualdad social
Una de las afirmaciones más llamativas fue su reconocimiento explícito de que Cuba ha entrado en un proceso de dolarización, algo que durante años fue negado o minimizado por las autoridades.
"Nos hemos visto obligados a aceptar la dolarización parcial de la economía, lo que indudablemente favorece a quienes poseen determinados recursos de capital o reciben remesas y se traduce en un indeseado ensanchamiento de las brechas que marcan la desigualdad social", dijo.
Se trata de uno de los pocos reconocimientos oficiales de que la situación económica del país está beneficiando a una minoría, mientras deja a la mayoría de cubanos que no tiene acceso a divisas, en una posición de creciente vulnerabilidad.
Admisión del colapso en los servicios básicos
El gobernante hizo una descripción directa del colapso de los servicios públicos en Cuba. En la lista de calamidades mencionó:
Lo más leído hoy:
"Se limita la capacidad de importación de los alimentos para la canasta básica y de los combustibles necesarios para la generación eléctrica y el funcionamiento de la economía. La escasa disponibilidad de medicamentos, la disminución de los servicios de transporte, recogida de desechos sólidos y abasto de agua".
El régimen reconoció el "duro panorama al que se enfrenta todos los días el pueblo", una realidad ampliamente documentada por la prensa independiente, pero no presentó soluciones concretas a estos problemas.
¿Mejoras en la economía?
Díaz-Canel intentó presentar una imagen de recuperación fiscal parcial tras un año muy negativo (2023), gracias a una mejor recaudación y control de gastos, lo que le permite anunciar supuestas mejoras sociales.
"Durante los primeros cuatro meses de este año tuvimos resultados superavitarios y hasta este momento la cuenta corriente cierra sin déficit, lo cual hacía más de diez años que no se lograba", dijo.
Sin embargo, evitó profundizar en los efectos estructurales de la crisis económica, como la inflación, la baja productividad o la dependencia de la dolarización, y trasladó la responsabilidad de la situación actual al embargo estadounidense.
Sobre los sectores vulnerables en Cuba: ¿Están protegidos?
Al referirse a los cubanos más afectados en la actual crisis, Díaz-Canel reconoció que los salarios no alcanzan en Cuba y orientó trabajar en una mejor redistribución de las riquezas en el país.
"Tenemos que elevar la eficacia de la función social redistributiva del Estado con políticas públicas y fiscales que, sin coartar las soluciones, eviten la concentración de la riqueza en pocas manos incrementando la desigualdad y la pobreza", dijo.
Además, pidió "prestar la mayor atención a la inflación que, aunque mantiene una ligera desaceleración, es todavía muy alta, limitando la capacidad adquisitiva del salario de los trabajadores y el menor ingreso de los pensionados y jubilados".
"La divisa principal en la política fiscal es y seguirá siendo atender a aquellos que sufren con más rigor la difícil situación del país", expresó. Todo se queda en retórica vacía porque no fue capaz de comentar cuál será el plan de medidas urgentes que beneficien a las personas vulnerables.
Culpa al enemigo externo
Díaz-Canel insistió varias veces en que las principales causas de la crisis no son internas. Lo dejó claro al decir: “el principal obstáculo para lograrlo es externo”, en referencia al embargo de Estados Unidos.
“La economía cubana opera bajo muchos riesgos para cualquier decisión, derivados en buena medida de la feroz persecución enemiga. No podemos agregarle más con las insuficiencias propias”, dijo.
Este enfoque refuerza la narrativa del gobierno cubano que responsabiliza al “bloqueo” por las carencias estructurales del país, sin entrar en profundidad en los errores de gestión, la corrupción institucional o el deterioro del modelo productivo socialista.
Control ideológico en el ciberespacio
Díaz-Canel también exigió al gobierno pasar a la ofensiva ideológica en las redes sociales. Ordenó "buscar alianzas internacionales que permitan romper el cerco mediático; fomentar soluciones tecnológicas soberanas y, cada vez más, construir un ciberespacio articulado de emancipación".
El régimen considera que está inmerso en una "batalla en internet". Denunció supuestas "operaciones de descrédito contra el país", impulsadas en las redes de influenciadores, medios independientes y hasta por "algoritmos que amplifican narrativas negativas, armas digitales como bots y cuentas falsas".
Estas expresiones revelan la intención del gobierno de mantener un control cada vez más férreo sobre la narrativa pública en redes sociales, plataformas digitales y medios independientes, en un contexto donde la disidencia digital ha ganado espacio e influencia.
Falta de autocrítica interna
Díaz-Canel reiteró que “la mentalidad importadora ha corroído durante años” la economía cubana y ha sido un obstáculo para el desarrollo del país, pero este comentario no fue acompañado de una reflexión profunda sobre las responsabilidades del Estado ni de sus cuadros dirigentes.
Tampoco mencionó la emigración masiva, el impacto de la represión, ni el crecimiento de la pobreza en Cuba con términos claros.
Evitó hacer referencia al escándalo de la ministra de Trabajo que el lunes negó la existencia de un alarmante número de mendigos en el país, y terminó despedida de sus funciones.
Pese a todo esto, el gobernante cubano aseguró que "esta ha sido una auténtica Asamblea del pueblo".
Consignas radicales en un país en crisis
Uno de los momentos más controversiales del discurso llegó al final, cuando el mandatario repitió las viejas consignas de la épica revolucionaria: “¡Independencia o muerte, sí! ¡Patria o muerte, sí! ¡Socialismo o muerte, sí! ¡Rendición, jamás!”.
El uso de ese lenguaje militarista ha sido cuestionado por cubanos que lo consideran desconectado del contexto actual, en un momento en que el país está marcado por la pobreza, la emigración masiva y la desesperanza social.
Preguntas frecuentes sobre el discurso de Díaz-Canel en la Asamblea Nacional de Cuba
¿Qué dijo Díaz-Canel sobre la dolarización en Cuba?
Díaz-Canel reconoció que Cuba ha entrado en un proceso de dolarización parcial de su economía, algo que anteriormente fue negado o minimizado por las autoridades. Admitió que esto favorece a quienes poseen recursos o reciben remesas, aumentando la desigualdad social en el país.
¿Cómo describió Díaz-Canel el estado de los servicios básicos en Cuba?
El gobernante cubano admitió el colapso de los servicios públicos en el país, mencionando la escasez de medicamentos, la disminución de los servicios de transporte, la recogida de desechos sólidos y el abasto de agua. Sin embargo, no presentó soluciones concretas para estos problemas.
¿Qué medidas propone Díaz-Canel para proteger a los sectores más vulnerables en Cuba?
Díaz-Canel enfatizó la necesidad de mejorar la redistribución de la riqueza en Cuba mediante políticas públicas y fiscales que eviten la concentración de la riqueza. Sin embargo, no presentó un plan específico ni medidas urgentes para beneficiar a los sectores vulnerables.
¿Cuál es la posición de Díaz-Canel sobre el embargo estadounidense?
Díaz-Canel culpó al embargo de Estados Unidos como el principal obstáculo para el desarrollo económico de Cuba. Afirmó que el embargo genera muchos riesgos para la economía cubana, pero evitó profundizar en los errores de gestión interna y otros problemas estructurales del país.
¿Qué mensaje transmitió Díaz-Canel sobre el control ideológico en internet?
Díaz-Canel enfatizó la necesidad de reforzar el control ideológico en el ciberespacio, indicando que se debe construir un ciberespacio articulado de emancipación y pasar a la ofensiva ideológica. Esto refleja la intención del gobierno de mantener un control estricto sobre la narrativa pública en redes sociales y medios digitales.
Archivado en: