La exministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, ha sido virtualmente borrada del espacio público: todo el contenido que había publicado en su cuenta de X desde que asumió el cargo ha desaparecido.
Se trata de un intento evidente de limpiar su rastro digital, tras el escándalo que provocaron sus recientes declaraciones negando la existencia de personas sin hogar en la Isla.

Simultáneamente, la cuenta oficial del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) mantiene un silencio ensordecedor respecto al polémico tema. Ninguna mención a la crisis política desatada por su exministra, ni una palabra sobre su abrupta salida.
En cambio, continúa publicando mensajes institucionales sobre temas laborales como si nada hubiera pasado.
La desaparición de Feitó de la esfera digital llega tras su renuncia forzada, que presentó horas después de afirmar en la Asamblea Nacional que los mendigos en Cuba no existen, y que quienes piden limosna, limpian parabrisas o hurgan en la basura lo hacen "por elección", porque "prefieren una vida fácil".
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Para la entonces ministra, esas personas van "disfrazados de mendigos" y son "ilegales del trabajo por cuenta propia".
Sus declaraciones no solo minimizaron la miseria visible en todas las provincias del país, sino que también criminalizaron la indigencia, generando una ola de indignación tanto dentro como fuera de Cuba.
Artistas, intelectuales, activistas y ciudadanos comunes expresaron su rechazo unánime, denunciando el desprecio institucional por los más vulnerables.
El propio primer ministro, Manuel Marrero Cruz, se vio obligado a abordar la crisis en el Parlamento.
Aseguró que Feitó había reconocido su "error" en una reunión interna, y que pidió ser liberada de su cargo porque "no se sentía en condiciones" de continuar.
Marrero intentó matizar la salida de la funcionaria elogiando su "valentía" y su "trabajo duro" al frente del organismo, pero también marcó distancia: "Lo planteado por la compañera no se aviene con la política del gobierno".
Sin embargo, el gesto fue percibido por muchos como un acto de control de daños, más enfocado en proteger la imagen del régimen que en asumir responsabilidad por una declaración que, aunque repudiada oficialmente, refleja el pensamiento institucional que criminaliza la pobreza y evade su origen estructural.
El gobernante Miguel Díaz-Canel también reaccionó de forma ambigua, sin mencionar a Feitó por su nombre al afirmar que "ninguno de nosotros puede actuar con soberbia, desconectado de las realidades que vive nuestro pueblo".
Sus palabras, lejos de calmar la indignación, fueron interpretadas como un intento de desmarque calculado.
Mientras tanto, el MTSS mantiene la rutina de publicaciones técnicas sin referirse al escándalo. Feitó incluso llegó a publicar un mensaje en X horas antes de su caída, donde hablaba de la protección a las personas vulnerables y la importancia del control popular.
Esa publicación también fue eliminada, como parte del barrido digital que borra su paso por el ministerio.
La polémica tuvo también repercusión internacional.
Medios como BBC, El País, CNN, Al Jazeera, France 24 o Deutsche Welle cubrieron el escándalo, criticando el cinismo del gobierno cubano y la desconexión de sus dirigentes de la realidad social.
El Mundo ironizó diciendo que los mendigos en Cuba "son actores callejeros según la ministra". CNN subrayó que las palabras de Feitó indignaron tanto a opositores como a oficialistas.
Los hechos desmontan el discurso de "protección social" que el gobierno cubano intenta sostener frente a una población que vive una de sus peores crisis económicas: inflación galopante, escasez de alimentos y medicamentos, desempleo y un empobrecimiento masivo.
Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el 89 % de los hogares vive en pobreza extrema, y la propia Feitó había admitido en febrero que más de 1,200 comunidades del país viven en condiciones de miseria.
A este complejo panorama se sumó una revelación aún más incómoda para el régimen: el propio hijo de la exministra, Alejandro Fernández Feitó, rompió públicamente con el gobierno desde Miami, donde reside tras emigrar en 2024 mediante el programa de parole humanitario.
En declaraciones a Martí Noticias, aseguró que no comparte la ideología del régimen: "Mi visión política es totalmente opuesta", dijo. "No me puedo hacer responsable de lo que ella diga o le hayan mandado a decir".
La caída de Marta Elena Feitó Cabrera expone la hipocresía de un sistema que se presenta como garante de justicia social, pero que aplasta a los vulnerables y niega la pobreza con arrogancia.
Borrarla de X no borra el problema: solo confirma que el gobierno cubano, en vez de mirar a los ojos al pueblo, prefiere mirar hacia otro lado.
Preguntas frecuentes sobre la controversia de la exministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba
¿Por qué renunció Marta Elena Feitó Cabrera como ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba?
Marta Elena Feitó Cabrera renunció debido a la ola de indignación generada por sus declaraciones en las que negó la existencia de mendigos en Cuba, calificando a las personas sin hogar como "disfrazadas de mendigos". Esta afirmación fue percibida como insensible y desconectada de la realidad del país, lo que provocó críticas dentro y fuera de Cuba.
¿Cómo reaccionó el gobierno cubano ante las declaraciones de Feitó?
El gobierno cubano intentó distanciarse de las declaraciones de Feitó. El primer ministro, Manuel Marrero, afirmó que lo planteado por la exministra "no se aviene con la política del gobierno". El gobernante Miguel Díaz-Canel también hizo comentarios sobre la importancia de no actuar con soberbia, aunque no mencionó a Feitó directamente. La renuncia fue aceptada rápidamente como un intento de controlar daños.
¿Cuál fue la reacción de la comunidad internacional a este escándalo?
El escándalo tuvo una gran repercusión internacional. Medios de comunicación como BBC, CNN, El País, y Deutsche Welle cubrieron la historia, subrayando el carácter insensible de las declaraciones de la ministra. La controversia fue vista como un reflejo de la desconexión del gobierno cubano de la realidad social y contribuyó a un mayor escrutinio internacional sobre la situación en la isla.
¿Qué impacto tuvo este escándalo en la opinión pública cubana?
El impacto en la opinión pública cubana fue significativo. Artistas, intelectuales, activistas y ciudadanos comunes expresaron su rechazo a las declaraciones de Feitó, denunciando el desprecio institucional hacia los más vulnerables. Se inició una campaña para exigir su destitución, y la indignación se extendió incluso a las redes sociales con memes y críticas dirigidas tanto a Feitó como al régimen en general.
¿Qué revela este incidente sobre la situación socioeconómica en Cuba?
Este incidente pone de manifiesto la profunda crisis socioeconómica que enfrenta Cuba. Las declaraciones de la exministra contrastan con la realidad de pobreza extrema que vive gran parte de la población, agravada por la inflación, la escasez de alimentos y medicamentos, y el desempleo. Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el 89 % de los hogares vive en pobreza extrema, lo que resalta la desconexión del gobierno con las necesidades de sus ciudadanos.
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