La instalación de baterías de almacenamiento de energía solar comenzó este sábado en cuatro subestaciones eléctricas en Cuba.
Las BESS (Battery Energy Storage System o Sistema de Almacenamiento de Energía en Baterías), también llamadas “unidades concentradoras”, se instalarán en las subestaciones eléctricas de Cueto 220, Bayamo 220, Cotorro 220 y Habana 220, informó en Facebook el periodista oficialista José Miguel Solís, quien difundió imágenes de la instalación.
Cada una de estas baterías puede almacenar 50 MW para su uso posterior, especialmente de generación renovable como la solar, precisó el periodista.
“En proyectos solares, los BESS almacenan el exceso de energía producido durante el día para suministrarla cuando la generación es baja (por ejemplo, de noche) o cuando la demanda es alta. Esto permite un suministro de energía más estable y continuo además de optimizar el uso de la energía solar”, dijo
Solís aseguró que el sistema incluye no solo las baterías sino también inversores, sistemas de gestión y control que coordinan la carga y descarga para garantizar eficiencia y seguridad.
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“Los BESS facilitan la integración de energías renovables en la red eléctrica al mitigar la intermitencia propia del sol y el viento, mejorando la estabilidad y la resiliencia del suministro energético”, concluyó.
De esta manera, el régimen cubano comienza a subsanar una de las grandes críticas que se le había hecho a su apuesta por la energía solar, la falta de baterías.
Ante la aguda crisis energética que asfixia a la isla, el gobierno cubano ha decidido volcarse en la instalación acelerada de parques solares como su principal vía de salvación.
“La única manera de resolver la crisis energética es continuar instalando fuentes renovables de energía”, aseguró el mes pasado el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.
En Cuba, la situación del sistema eléctrico se ha deteriorado gravemente por la falta de mantenimiento de las termoeléctricas, la escasez de financiamiento, y la caída en la generación tanto con crudo nacional como con combustibles importados.
En ese contexto, las fuentes renovables —particularmente los parques solares— se posicionan como la apuesta más viable y rápida. Según el propio ministro, modernizar una termoeléctrica lleva al menos dos años, mientras que un parque solar puede instalarse en apenas tres meses.
“Ni el dinero ni el tiempo justifican insistir en lo viejo”, afirmó, en una postura que fue replicada desde la cuenta oficial de la Presidencia de Cuba en la red social X: “Muchos se preguntan por qué no compramos más petróleo o reparamos las termoeléctricas viejas… la respuesta es clara”.
Pese al entusiasmo oficial, los obstáculos siguen siendo múltiples. La inversión inicial para ampliar la matriz energética renovable es elevada, y Cuba no cuenta con acceso a líneas de crédito fluidas ni a proveedores constantes, debido a las sanciones y a su propia inestabilidad financiera. El país también enfrenta limitaciones tecnológicas y logísticas para integrar de forma eficiente la energía solar en la red nacional, que es obsoleta y vulnerable.
Apagones este sábado
Para quitar el entusiasmo a los que pensaron que el retorno de la termoeléctrica Guiteras traería algún respiro con los apagones, el Ministerio de Energía y Minas anunció que este sábado se desconectará la patana turca anclada en el puerto de La Habana.
“Hoy se realizará la desconexión de la patana de 240 MW ubicada en La Habana, por razones comerciales, explicó el director de electricidad del Ministerio de Energía y Minas. Se toman acciones para que dicha desconexión no eleve los niveles de afectación de estos días”, escribió en Facebook el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso.
De esta manera, a pesar del regreso al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, uno de los bloques energéticos más importantes del país, los apagones se mantendrán sin variaciones significativas en toda Cuba.
Según la nota informativa publicada este sábado por la Unión Eléctrica (UNE), el país sufrió afectaciones durante las 24 horas del día anterior, situación que se extendió a lo largo de la madrugada de hoy.
A las siete de la mañana de este viernes, la disponibilidad energética del SEN era de apenas 1,895 MW frente a una demanda de 3,245 MW, lo que representa una afectación por déficit de capacidad de 1,325 MW.
Para el horario pico la disponibilidad se prevé que ascienda solo a 2,022 MW frente a una demanda máxima estimada de 3,700 MW. Esto dejaría un déficit de 1,674 MW y una afectación potencial de hasta 1,744 MW, lo que prolongaría los apagones en todo el territorio nacional.
Preguntas frecuentes sobre la instalación de baterías para parques solares en Cuba
¿Qué son las BESS y cómo se utilizan en Cuba?
Las BESS son Sistemas de Almacenamiento de Energía en Baterías que se utilizan para almacenar el exceso de energía producida por parques solares durante el día, permitiendo su uso cuando la generación es baja o la demanda es alta. En Cuba, estas baterías se están instalando en subestaciones eléctricas para mejorar la estabilidad del suministro energético.
¿Por qué es crucial la instalación de baterías en los parques solares de Cuba?
La instalación de baterías es crucial porque permite almacenar la energía solar generada durante el día, facilitando su uso durante la noche o en momentos de alta demanda, lo que ayuda a mitigar la intermitencia de las energías renovables y mejorar la estabilidad del suministro eléctrico en Cuba.
¿Cuáles son las limitaciones actuales de la energía solar en Cuba?
Las limitaciones actuales incluyen la falta de baterías para almacenar la electricidad generada, lo que significa que la energía solar solo puede utilizarse en tiempo real, durante el día. Además, la infraestructura de la red eléctrica es obsoleta y el país enfrenta restricciones financieras y tecnológicas para optimizar la integración de las energías renovables.
¿Cómo afecta la crisis energética a la vida diaria en Cuba?
La crisis energética provoca apagones prolongados y frecuentes, afectando la vida diaria de los cubanos con interrupciones en servicios básicos, conservación de alimentos, y una presión adicional sobre la economía y el bienestar social. La dependencia del país de combustibles fósiles importados y la ineficiencia de las termoeléctricas agravan esta situación.
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