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Un informe oficial de más de 300 páginas divulgado por la Guardia Costera de Estados Unidos reveló múltiples fallos estructurales, técnicos y humanos que llevaron a la implosión catastrófica del sumergible Titán, operado por la empresa OceanGate, durante su expedición a los restos del Titanic en 2023.
"Este accidente marítimo y la pérdida de cinco vidas humanas se podrían haber evitado", afirmó Jason Neubauer, presidente de Titan MBI. "La investigación, que ha durado dos años, ha identificado múltiples factores que contribuyeron a esta tragedia, lo que ha proporcionado valiosas lecciones aprendidas para evitar que se repita en el futuro".
Entre los hallazgos más graves, el informe destaca que OceanGate utilizaba manuales de operación “terriblemente inadecuados”, muchos de los cuales estaban incompletos o contenían funciones marcadas como “por determinar”.
Uno de los manuales de 155 páginas, enfocado en operaciones de alto riesgo, dedicaba apenas cuatro páginas a la operación en profundidades extremas.
La investigación también reveló que el fundador y CEO de OceanGate, Stockton Rush, desestimó recomendaciones de seguridad internas. En 2018, despidió al director de operaciones tras una inspección que cuestionaba la seguridad del sumergible.
Rush rechazó los criterios conservadores y consolidó el control operativo y técnico sobre el proyecto, asumiendo funciones de director, responsable de seguridad y piloto, lo cual eliminó controles internos fundamentales.
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En cuanto a la comunicación, el informe criticó el uso de un sistema de mensajes de texto en lugar de comunicaciones por voz, lo cual retrasó la identificación de la tragedia.
A medida que el Titán se acercaba al fondo del océano, siguió un procedimiento estándar de liberación pesos de lastre para ralentizar su descenso. A una profundidad de 3341 metros, envió un mensaje al Polar Prince informando de que "se habían soltado dos pesos".
Seis segundos más tarde, a una profundidad de 3346,28 metros, envió una transmisión automática que registró su ubicación final en 41° 44,06' norte; 49° 56,54' oeste y luego sufrió una implosión catastrófica, lo que provocó la muerte inmediata de todas las personas a bordo.
Dos segundos después fue que el equipo de comunicaciones y seguimiento escuchó un "estruendo" procedente de la superficie del océano, que la investigación relacionó posteriormente con la implosión del Titán. A partir de ese momento, se perdieron todas las comunicaciones.
Otro punto central fue la falta de certificación del sumergible. Aunque el proceso era voluntario, casi todos los operadores del sector optan por obtenerlo. Rush decidió evitar la certificación argumentando que “sofocaba la innovación”, una decisión ampliamente criticada por expertos tras el accidente.
El sistema de monitoreo en tiempo real (RTM), que debía alertar sobre condiciones peligrosas en la nave, también falló.
Tres de los ocho sensores probablemente no funcionaban, y no existía una alarma audible. El informe señala que nunca se abortó una inmersión por advertencias del sistema, reflejo de una cultura empresarial centrada en cumplir expectativas de clientes VIP, incluso a costa de la seguridad.
Además, OceanGate enfrentaba graves problemas financieros. Desde 2022, Rush usó fondos personales para mantener a flote la compañía, y en 2023 pidió a empleados que trabajaran sin salario con promesas de reembolso futuro.
El informe concluye que la tragedia del Titán fue el resultado de una cadena de decisiones imprudentes, motivadas por presiones económicas, falta de supervisión y una cultura empresarial que priorizó la ambición sobre la seguridad.
Preguntas Frecuentes sobre la Implosión del Sumergible Titán de OceanGate
¿Cuáles fueron las causas principales de la implosión del sumergible Titán?
Múltiples fallos estructurales, técnicos y humanos llevaron a la implosión catastrófica del sumergible Titán. El informe reveló que OceanGate utilizaba manuales de operación inadecuados y que el CEO, Stockton Rush, desestimó recomendaciones de seguridad y consolidó el control operativo, eliminando controles internos fundamentales. Además, la falta de certificación del sumergible y fallos en el sistema de monitoreo contribuyeron al desastre.
¿Qué papel jugó el fundador de OceanGate en la tragedia del Titán?
Stockton Rush, fundador y CEO de OceanGate, rechazó recomendaciones de seguridad internas y consolidó el control técnico y operativo, lo que eliminó controles internos críticos. Despidió al director de operaciones tras cuestionamientos de seguridad y decidió evitar la certificación del sumergible, argumentando que "sofocaba la innovación". Estas decisiones imprudentes contribuyeron significativamente a la tragedia.
¿Cómo afectaron los problemas financieros a OceanGate y al sumergible Titán?
OceanGate enfrentaba graves problemas financieros desde 2022. Stockton Rush utilizó fondos personales para mantener la compañía a flote y, en 2023, pidió a empleados que trabajaran sin salario con promesas de reembolso futuro. Estas presiones económicas derivaron en decisiones operativas imprudentes que contribuyeron a la tragedia del Titán.
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