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La familia del preso político cubano Yosvany Rosell García Caso pudo finalmente verlo en el Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín, en Holguín, tras semanas de permanecer en terapia intensiva por el grave deterioro físico que sufrió luego de una huelga de hambre de 40 días.
La noticia fue confirmada por su esposa, Mailin Sánchez a través de una publicación en Facebook, donde expresó alivio por haber podido reencontrarse con él después de semanas de angustia.
“Esta familia pudo ver a su padre ho, pero no como quisiéramos en una sala de hospital, sino en casa, como debe ser, libre con su familia que lo necesita. En casa lo esperamos con los brazos abiertos y soñando con su regreso”, escribió.
Según contó, Yosvany Rosell fue trasladado de la sala de terapia intensiva a una sala del hospital clínico quirúrgico, donde continúa ingresado y en proceso de recuperación. “De encuentra mejor de salud, por supuesto, su peso lo irá recuperando poco a poco. Lo vimos con buen estado de ánimo, muy firme y manteniendo sus posturas y convicciones”, añadió Sánchez, quien también agradeció a todos los familiares y amigos que la han acompañado en estos momentos.
El reencuentro ocurre apenas un día después de que se supiera que a Sánchez se le había negado la visita a su esposo, pese a encontrarse “a una puerta de distancia”, lo que generó numerosas muestras de solidaridad en redes sociales.
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Yosvany Rosell García Caso, herrero de profesión y padre de tres hijos, fue condenado a 15 años de prisión por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Holguín. Su prolongada huelga de hambre, iniciada en octubre, puso en riesgo su vida y motivó denuncias de Amnistía Internacional y del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que exigieron su liberación inmediata y alertaron sobre las condiciones inhumanas a las que son sometidos los presos políticos en la isla.
El pasado 2 de diciembre, su esposa había informado que Rosell García depuso la huelga de hambre tras 40 días de protesta, luego de que las autoridades accedieran a su petición de ser trasladado a una celda de aislamiento. Explicó entonces que el proceso de reinserción alimentaria comenzó con sueros de hidratación y análisis médicos para evaluar el estado de sus riñones y otros órganos. “Fueron 40 días de sufrimiento para su cuerpo; todavía hay peligro para su vida, pero confiamos en que se recuperará con la ayuda de Dios”, señaló.
Durante los días más críticos de su huelga, cientos de cubanos y organizaciones internacionales expresaron su apoyo y exigieron su liberación.
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