El arzobispo de Santiago de Cuba monseñor Dionisio García Ibáñez vinculó este domingo la devastación del ciclón, la falta de recursos y las muertes asociadas a múltiples virus con una pregunta central: qué sentido tiene la vida en medio de estas necesidades.
Durante la misa dominical celebrada en la Basílica Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en el poblado de igual nombre, monseñor García afirmó que las dificultades que vive la región oriental, desde los daños del huracán Melissa hasta las limitaciones que afectan a familias enteras, obligan a preguntarse por el sentido de la existencia.
Recordó que el oriente del país, históricamente poco afectado por ciclones, ha sufrido en los últimos años fenómenos severos cuyos efectos perdurarán “meses sino años”.
Se refirió además a la proliferación de virus con nombres “difíciles de pronunciar”, cuya circulación ha provocado muertes entre personas con enfermedades de base.
“¿Qué virus es? No sabemos. Nombres raros”, dijo, subrayando la incertidumbre entre los propios afectados.
El arzobispo calificó de “sinsentido” las necesidades que atraviesa el país y sostuvo que, aunque debería buscarse lo mejor para vivir “en paz, en tranquilidad, en justicia”, ese objetivo aún no se ha alcanzado.
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“No lo hemos logrado”, afirmó, planteando preguntas directas: “Señor, ¿esta es la vida?, ¿para eso tú nos creaste?”
En su homilía, contrastó la fragilidad humana y las injusticias del mundo con la promesa cristiana de sentido y salvación, insistiendo en que la vida no puede reducirse al absurdo.
Retomó la figura bíblica del rey David como símbolo de unidad y conducción del pueblo, y contrapuso esa imagen al Cristo crucificado del Evangelio, ante quien se enfrentan dos actitudes: la soberbia del ladrón que insulta y la humildad del que pide ser recordado en el reino.
Monseñor García sostuvo que esa dualidad refleja la postura de cada persona ante su propia vida, sus errores y sus sufrimientos.
Recordó que, según el Evangelio del día, Jesús promete al ladrón arrepentido: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, frase que, dijo, da sentido a la vida cristiana incluso en medio de la adversidad.
El arzobispo llamó a mantener la esperanza, pese a las dificultades “pasajeras” del mundo, y a vivir con la convicción de que “la palabra de Dios se cumple”.
Concluyó pidiendo fortaleza para enfrentar la crisis actual sin perder la confianza en la fe ni la claridad de juicio ante lo que vive el país.
Hace una semana, monseñor García exhortó a los cubanos a trabajar por una sociedad más justa e independiente, donde el esfuerzo propio y el respeto al prójimo sean la base de la vida social, un hermoso sueño.
Durante su homilía en la Basílica Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, el prelado reflexionó sobre la situación actual del país y recordó que la fe no debe separarse del compromiso con la realidad cotidiana.
Voces dentro de la Iglesia católica como la del sacerdote camagüeyano Alberto Reyes, han alertado sobre el rumbo moral, económico y humano de la nación, marcada por la pobreza, la migración y la desconfianza en las instituciones.
La Diócesis de Holguín recibió este fin de semana un cargamento compuesto por unas 20,3 toneladas métricas de alimentos no perecederos desde la Arquidiócesis de Miami, dirigido a apoyar a los damnificados del huracán Melissa.
La Iglesia católica, a través de Cáritas, está canalizando ayudas para los damnificados de Melissa, distribuyendo alimentos y artículos de higiene.
Además, está coordinando esfuerzos para restaurar los daños en los templos y brindar apoyo espiritual y material a las comunidades afectadas.
Preguntas frecuentes sobre la situación en Santiago de Cuba tras el paso del huracán Melissa
¿Cómo ha afectado el huracán Melissa a la región oriental de Cuba?
El huracán Melissa ha causado severas inundaciones, apagones totales y la destrucción de miles de viviendas en las provincias de Holguín, Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma. La devastación del ciclón ha dejado cuantiosos daños materiales y ha afectado gravemente a las comunidades locales, que enfrentan una crisis de recursos básicos y una lenta respuesta gubernamental.
¿Qué acciones está tomando la Iglesia católica en Cuba para apoyar a los damnificados?
La Iglesia católica, a través de Cáritas, está distribuyendo alimentos y artículos de higiene a las familias afectadas por el huracán Melissa. Se están canalizando ayudas y coordinando esfuerzos para restaurar los daños en los templos y brindar apoyo espiritual y material a las comunidades en necesidad. Además, se han recibido cargamentos de ayuda humanitaria desde Miami para apoyar a los damnificados.
¿Cuál es la postura del arzobispo de Santiago de Cuba ante la crisis actual?
El arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, ha cuestionado el sentido de las vidas en medio de las necesidades que enfrenta el pueblo cubano, y ha llamado a mantener la esperanza y trabajar por una sociedad más justa e independiente. El prelado ha criticado el sinsentido de las necesidades actuales y ha instado a los cubanos a buscar soluciones basadas en el esfuerzo propio y el respeto al prójimo.
¿Qué desafíos enfrenta el sistema de salud en Cuba tras el huracán?
El sistema de salud en Cuba enfrenta una profunda crisis, marcada por la escasez de insumos, falta de medicamentos básicos y denuncias de colapso en hospitales provinciales. La situación se ha agravado tras el paso del huracán Melissa, que ha aumentado la demanda de atención médica en un contexto ya precario. A pesar de las afirmaciones oficiales de preparación, persiste una gran desconfianza en la capacidad del sistema para responder eficazmente a la emergencia.
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