El guantanamero Yowlys Bonne a sus 33 años hizo que Cuba volviera al cuadro de medallas de los campeonatos mundiales de lucha libre al conseguir este viernes una medalla de bronce en el campeonato del orbe, que se disputa en París.
Bonne, en los 61 kg, batió al japonés Rinya Nakamura en unos cuantos segundos por superioridad técnica (10-0).
Sólo el azerí Haji Aliev, doble campeón mundial y tercero olímpico impidió el avance a la final del cubano, al batirlo antes del tiempo reglamentario por 10-0. En Taskent 2014 Aliev también se le había atravesado al caribeño que igualmente se quedó en bronce.
Bonne había vencido antes al chino Minghu Liu (7-2), al iraní Behnan Ehsanpoor (7-2) y al kazajo Daulet Niyazbekov (10-8), los dos últimos medallistas del último torneo de Asia.
“Haji es un buen atleta, le gané durante una base de entrenamiento en Azerbaiyán hace un tiempo y pensé que el plan a utilizar hoy podía rendirme los frutos esperados. Me equivoqué y ante su alto nivel me costó la pelea. Fue una muy mala experiencia, la verdad”, añadió el también campeón panamericano de Toronto 2015.
“Ahora me toca seguir entrenando, seguir “fajado” para las competencias que puedan venir, eso si mantengo la titularidad, pues en Cuba está Davián Quintana, mi más fuerte rival que lo tengo pegadito. Si él gana con orgullo asumo que debe asistir a lo que venga”, señaló a “Jit”.
La medalla de oro en esta categoría fue para Aliyev, al superar ruso Gadzhimurad Rashidov, 7-1.
La lucha libre cubana se fue sin medallas en el Mundial de 2015 en Las Vegas (EE.UU) y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, e intenta desde París recuperar su pasado relevante, una senda de triunfos y medallas que comenzó en 1985 cuando el santiaguero Raúl Cascaret se convertió en Budapest,Hungría, en el primer campeón mundial de esta modalidad en América Latina.
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