Murtaza, el niño afgano cuya foto en las redes sociales con una improvisada camiseta de Leo Messi dio la vuelta al mundo, ha debido escapar junto a su familia de su hogar, huyendo de la ofensiva de los talibanes.
El pequeño residía junto a sus padres y hermanos en el distrito de Jaghori, en la provincia sureña de Ghazni, que ha sido considerada el área más segura y pacífica en los últimos 17 años de conflicto afgano.
Sin embargo, a principios del pasado mes de noviembre acabó la calma cuando los talibanes irrumpieron en la región, forzando a más dos tercios de la población a huir en busca de refugio.
La familia se ha refugiado en Kabul desde hace dos semanas, donde el pequeño vive junto sus padres y sus cuatro hermanos en una modesta habitación.
Las fuerzas de seguridad afganas han expulsado a los insurgentes de la zona, pero la familia ha decidido no regresar al pueblo.
El niño, que ahora tiene 7 años, no puede asistir al colegio y tampoco puede jugar al fútbol, lo que ha llenado de frustración al pequeño, que quiere cumplir su sueño de ser futbolista y vivir donde vive su héroe, Leo Messi.
Murtaza se hizo famoso cuando medios de prensa de todo el mundo comenzaron a reproducir en enero de 2016 la foto en la que aparecía retratado con una improvisada camiseta de la selección argentina de fútbol, hecha de una bolsa de plástico, con franjas azules y blancas y con un "Messi 10" pintado en la espalda.
La imagen llegó hasta UNICEF y hasta el propio Messi, quienes de común acuerdo y tras algunas gestiones le hicieron llegar Murtaza Ahmadi una camiseta firmada por el jugador. Murtaza Ahmadi llego a conocer personalmente a Messi unos meses después, en diciembre de 2016, en Doha (Qatar), durante un partido amistoso del Barça en ese país.
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