Para coger un taxi en las calles de La Habana es esencial dominar el lenguaje no verbal si se quiere tener éxito y que los taxistas atiendan las demandas de los usuarios.
El objetivo de este peculiar código para atrapar un almendrón es no tener que frenar el auto para que el pasajero y conductor acuerden el destino.
Sin embargo lo más curioso es que en la Isla, a diferencia de la gran parte de países del mundo, el cliente debe preguntar al chófer hacia donde va, cuando habitualmente suele ser al revés.
En la mayor de las Antillas los taxis suelen cubrir cerca de 20 rutas que sirven para recorrer dos o tres municipios.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: