Varios cubanos han sido arrestados en Colorado, acusados de robar datos de tarjetas de créditos en gasolineras del estado. La banda a la que pertenecían los detenidos, ya desarticulada, residía en Miami y desde ahí se desplazaban para dar los 'golpes' en Denver, Cleveland y Chicago. De momento hay nueve personas bajo custodia policial y otras tres han quedado en libertad. La mayoría son de nacionalidad cubana.
El detective Chris Fiegel, que ha trabajado para el Sheriff del condado de Boulder (Colorado) durante más de 18 años, asegura que ésta es la operación más grande y compleja que ha resuelto a lo largo de su carrera. Fiegel está convencido de que la banda de los cubanos se desplazaba en avión desde Miami y luego se movía en autos alquilados con los que llegaban a numerosas gasolineras ubicadas en circunvalaciones cercanas a zonas residenciales de clase media alta.
De hecho, el detective cree que aún quedan cabos por atar en esta operación. "Es una epidemia. Son realmente prolíficos", dijo sobre los arrestados. En su opinión, lo más complejo de este caso es que la banda cambiaba continuamente de tecnología. Por eso él no ve que con estas detenciones se haya acabado el problema por lo que recomienda a los vecinos de la zona que estén pendientes del crédito de sus tarjetas.
Para robar los datos de las tarjetas de crédito, los cubanos se valían de los 'skimmers' (ranura de los cajeros) de los surtidores de gasolina. Con los datos conseguidos, incluso a través de Bluetooth, clonaban tarjetas de crédito y las utilizaban para hacer compras con cargo a la cuenta de la persona estafada al introducir su tarjeta para pagar en la estación de servicio. El uso de la tecnología les permitió no tener que acercarse a las gasolineras y descargar directamete los datos de las víctimas en sus IPhones.
La Policía de Colorado cree que con este método han podido estafar 2,5 millones de dólares a la semana. Hay unas 2.300 víctimas en toda el área metropolitana de Denver. En todo el país se han recibido 8.000 denuncias.
Fiegel pasó 16 meses siguiendo los pasos de la banda de los cubanos. El principal problema con el que se encontró fue que muchas víctimas no denunciaron el robo a la policía sino que le reclamaron a sus compañías de tarjetas de crédito. En Boulder se estima que puede haber 500 afectados. Sin embargo, sólo cuatro interpusieron una denuncia.
Esta banda de cubanos está siendo investigada además por el Servicio Secreto norteamericano por un delito de blanqueo de dinero.
Los detenidos son Ranset Rodriguez-Martinez, Yaniris Alfonso, José Iglesia Edelberto Hernández, Luis Enrique Jiménez-González, Yadian Hernández, Lester Castaneda De La Torre, Eddy Pimentel-Vila y Yonasky Rosa.
Han quedado en libertad Juan Carlos Baños, Alejandro Moisés y Carlos Rodríguez-Martínez. La policía cree que este último está relacionado con las zonas de Aurora y Las Vegas.
Feigel cree que es necesario que las estaciones de servicio inviertan en seguridad para evitar manipulaciones como ésta. Para evitar ser víctima de una banda como ésta la policía de Colorado recomienda pagar en efectivo en el interior de la gasolinera o hacerlo con tarjeta en los surtidores más cercanos a la puerta del establecimiento, que son los que están a la vista de los dependientes porque en este caso, la banda manipulaba los 'skimmers' más alejados y con menos visibilidad desde la tienda. Además alertan de la necesidad de denunciar en cuanto se confirme que le han desvalijado la tarjeta de crédito.
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