Comían una sola vez al día y se bañaban dos veces al año. Ésa es la historia que ha conmovido a California y a medio mundo luego de que desvelara el pasado 5 de enero, el secreto que escondía una familia residente en Perris, al este de Los Ángeles.
David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49, fueron arrestados y acusados de nueve cargos de tortura y 10 cargos por poner en peligro a sus hijos, a los que mantuvieron durante años encadenados dentro de la vivienda. A la pareja se les impuso una fianza de nueve millones de dólares.
Una hija de la pareja, de 17 años de edad, escapó de la casa familiar y puso en alerta a las autoridades. Cuando estas llegaron encontraron a sus doce hermanos desnutridos, algunos menores de edad, otros ya adultos. Todos encadenados.
Según su testimonio, sus padres compraban cakes y los ponían sobre la mesa pero ni ella ni sus hermanos famélicos podían probarlos: sólo podían mirar. Una de las hijas adultas de la pareja pesaba sólo 37 kilos. En cambio David Allen y Lousie Anna Turpin mimaban a sus dos mascotas.
La investigación continúa abierta.
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