Cayo Granma, un islote cercano a la entrada de la bahía de Santiago de Cuba, ve cómo el alto índice de jóvenes que abandonan los estudios sigue sin solucionarse.
Noel Santiesteban, antiguo director durante 20 años de la única escuela de Cayo Granma, habla de esto como un problema histórico. "El gran hándicap para los jóvenes han sido los problemas de transporte, fundamentalmente las lanchas. Además los muelles están todos en mal estado".
Algunos jóvenes viven en entornos familiares que carecen de los recursos mínimos. "Mi papá estaba preso, vivía con mi abuela y no podía darme todos los días el dinero para el transporte porque entonces no tenía para comer", aseguró un joven durante un reportaje de 'Palenque Visión'.
Las dificultades que presenta el transporte terrestre tampoco ayuda, puesto que dificulta la llegada a tiempo a los centros de estudio.
"No hay un transporte bueno, tienes que salir por la mañana de madrugada para coger un camión, llegar a la escuela sudado y con mal olor", relató un joven.
Muchos de los jóvenes optan, en cambio, por la pesca o por trabajos precarios como ayudante de albañil para tratar de ganarse la vida.
A pesar de la preocupación de los padres de Cayo Granma por el futuro de sus hijos, las autoridades locales no toman medidas para resolver la situación.
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