Miembros de la comunidad cubanoamericana de Miami mostraron su descontento con el nombramiento de Miguel Díaz-Canel como presidente de Cuba, y alegaron que era una medida esperada.
Para el cubanoamericano Pablo García, el sucesor de Raúl Castro es solo un testaferro, un títere que ha sido criado en el sistema y ha dicho lo correcto.
“Sus vidas (las de los cubanos) no van a cambiar, todavía intentarán luchar y sobrevivir al día a día. Entonces, ¿les importa quien dirige el país? No”, expresó a Reuters.
En el barrio de la Pequeña Habana, frente al famoso Café Versalles, un grupo de exiliados cubanos gritaron consignas con altavoces y rompieron carteles en señal de protesta.
“Quieren darle un nuevo rostro a la situación. Raúl entrega el poder y viene otro rey para tomarlo. No hay un cambio real”, explicó a AP Miguel Saavedra, activista de la organización Vigilia Mambisa.
Miguel Díaz-Canel está desde ayer al frente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba. Por su parte, Raúl Castro se mantiene como primer secretario del Partido Comunista hasta 2021.
La nueva situación de la Isla tampoco ilusiona a la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien asegura que todo el sistema está corrupto.
“Es un régimen comunista, autoritario y totalitario. No importa quién sea el mascarón de proa, no importa quién sea el presidente, es todo el sistema el que está corrupto y tiene que cambiar”, dijo.
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