En la ciudadela ubicada en calle K entre 9 y 11, en el Vedado (municipio Plaza de la Revolución), a solo dos cuadras de la Embajada de Estados Unidos en La Habana y colindante con el edificio sede del Departamento de Prisiones del MININT, residen diez familias que han realizado numerosas gestiones para evitar que sus casas se derrumben.
Según declara en este reportaje ―difundido por Martí Noticias― una de las vecinas residentes en el lugar, desde el año 2005 ha denunciado crecientes problemas en la edificación, porque ese año una gran penetración del mar levantó el suelo y afectó gravemente las paredes de su casa.
Las cosas se complicaron todavía más debido al derrumbe de una fábrica muy cercana. La entrevistada asegura que en los últimos años han agotado todas las vías que establece la ley para intentar resolver el problema.
Cita comunicaciones enviadas al Consejo de Estado, Físcalía, Asambleas de todo tipo, e insiste en recordar que más de una vez les han mentido con promesas y gestiones que nunca se cumplieron.
Destaca la ineficacia de todas la instituciones y recuerda que tras el paso del huracán Irma, en septiembre de 2017, ni tan siquiera, les entregaron un colchón para dormir. Una empleada de Bienestar Social les indicó que vendría una compañera a resolverles el problema de los colchones y nunca llegó.
Explican que en estos momentos la única solución que les dan es mudarse a la casa de familiares porque incluso manifiestan que no tienen dónde mandarlos, debido a que los albergues están llenos tras los derrumbes ocasionados por el paso de Irma.
Una de las entrevistadas en este reportaje, declara: “Aquí yo nací, aquí están mis recuerdos”.
Y añade: “¿Por qué yo tengo que estar pasando por esto? ¿Dónde está mi lugar en la Constitución de este país?”
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