Residentes en Guantánamo ha expresado su preocupación por el uso indiscriminado de productos químicos en la elaboración por parte de particulares de embutidos, ya sean jamones, chorizos o productos similares, según evidencia este reportaje de Cubanet.
El precio de esos productos suele ser muy caro en las tiendas en moneda convertible, y ello lleva a una parte creciente de la población a recurrir a los cuentapropistas que elaboran embutidos.
Sin embargo, a menudo esos cuentapropistas carecen de los conocimientos de las proporciones exactas de la química que requiere el producto. Especialmente peligrosa resulta la incorrecta proporción de la mezcla de sal y nitritos en los embutidos.
Uno de los entrevistados indica que acaba siendo un “peligro para el ser humano” el consumo de esos alimentos porque algunos cuentapropistas “por buscarse el dinero lo hacen de cualquier manera”.
“Hay carnes que tú no sabes... que te estás comiendo la carne y no sabes si es de majá o es de cocodrilo”, argumenta otra de las entrevistadas.
A lo anterior se suma que la evidente crisis alimentaria que atraviesa Cuba en los últimos meses, reflejada en un creciente desabastecimiento en las tiendas, aumenta la necesidad de los consumidores y también la avaricia de aquellos cuentapropistas a los que no les interese la calidad del producto que comercializan.
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