Cubanos residentes en Chile se reunieron, este sábado, frente a la sede diplomática de la Isla en el país latinoamericano, como parte de la iniciativa extendida a nivel internacional de “Los Prohibidos”.
La manifestación, que llevó el nombre de “Marcha de Los Prohibidos”, reunió a más de una veintena de cubanos exiliados en Santiago de Chile, quienes hicieron público su rechazo al proyecto de la nueva Constitución.
"¿Por qué los cubanos tienen prohibido expresar libremente sus ideas políticas?”, cuestionó uno de los presentes.
“Gracias a la libertad que hay Chile, que es un país democrático como la mayoría de los países del mundo, sus funcionarios nos protegen para que podamos expresarnos libremente”.
El objetivo primordial del encuentro fue exigir la libertad de los cubanos dentro de la Isla y el fin de la dictadura del régimen comunista.
También se habló sobre la libertad de entrar y salir del país sin restricciones, la posibilidad de obtener un pasaporte a un precio asequible, la legalización del matrimonio igualitario, el voto directo a la presidencia y el fin de la dinastía, como algunos de los reclamos.
La convocatoria inicial de la movilización fue lanzada a finales de diciembre, por el opositor Eliécer Ávila junto a otros cubanos residentes en el exterior, para reunirse frente a la embajada de la Isla en Washington. No obstante, debido al aumento de su popularidad entre los exiliados la marcha tomó un carácter internacional.
Bajo la coordinación de Somos+ y CubaDecide, las embajadas de Cuba en Alemania, Suiza, Países Bajos, UK, España, Uruguay, Canadá, República Dominicana, Chile, Israel y Brasil fueron los puntos de encuentro.
En Madrid los cubanos se dieron cita en la mañana del sábado con pulóveres donde se podía leer “Libertad para Cuba” y “Cuba, democracia ¡ya!”, y llevando banderas cubanas y carteles que decían “YoVotoNo” y “Ni 1+”.
Dentro de la embajada estaba el personal diplomático, que luego de cantar el Himno Nacional comenzó a transmitir canciones de Silvio Rodríguez a través de altavoces para que no se oyera a los manifestantes.
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