Con la restauración de los vitrales en la Catedral Nuestra Señora de la Purísima Concepción, en la ciudad de Cienfuegos, esta añeja edificación muestra hoy al público un esplendor que hacía décadas que no tenía.
Se trata de un viejo anhelo de los residentes de la ciudad que vieron postergado por años y que, gracias a la colaboración española y por encargo del Obispado de la Diócesis de Cienfuegos y Trinidad, se ha hecho relidad.
Los Hermanos Barrio, unos vidrieros españoles con una sólida carrera en la restauración de vitrales en iglesias y edificios de la península ibérica, fueron los encargados de la obra.
Muchas de las piezas mostraban un deterioro evidente, por lo que la labor de restauración se hizo más compleja. Sin embargo, ahora, a decir de los especialistas, se ha conseguido "recuperar todo el material original por muy fragmentado que estuviera."
“Soy un privilegiado; venir acá tan lejos de Europa, a restaurar obras del sitio donde se fabricaron, es un privilegio. Yo siempre he entendido las obras que pasan por mi taller, no como un modo de vida, ni cómo recuperar una parte de la historia, sino como una escuela donde aprender de los grandes maestros. He restaurado piezas del siglo XIII, XIV, XV y XVI, además del XVIII y el XIX, pero estas me han dado unas lecciones muy grandes”, enfatizó uno de ellos.
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