Hasta el municipio Artemisa, en la provincia de igual nombre, se ha trasladado Frank Camallerys con el fin de hablar de esa localidad cubana y especialmente de las ruinas de Angerona, la hacienda que fuera símbolo del esplendor cafetalero cubano en el siglo XIX.
El youtuber cubano ha relatado a grandes rasgos -y en su desenfadado estilo habitual- la historia del inmigrante alemán Cornelio Souchay, quien llegó a Cuba a principios del siglo XIX y se acabó convirtiendo no solo en dueño del mayor cafetal del la Isla, sino también en protagonista de una singular historia de amor con Úrsula Lambert, una haitiana nacida libre quien, además de ser pareja de Souchay, compartió con él intereses económicos, financieros y organizativos de la hacienda.
Angerona, diosa romana del silencio y la fertilidad de los campos, se encontraba reproducida en la entrada del cafetal en una estatua a tamaño natural, realizada en blanco mármol de Carrara.
En Angerona convivían aproximadamente 450 esclavos, que residían en chozas y no en barracones, y la atención humana y el sistema organizativo era muy distinto al del resto de la colonia.
Cornelio Souchay murió en La Habana en 1837 y Úrsula abandonó el cafetal 8 ó 9 años después de la muerte de Cornelio para establecerse en La Habana, en el barrio de La Merced. Murió en 1860 y nunca se casó, ni tuvo descendencia. El cafetal fue declarado Monumento Nacional el 31 de diciembre de 1981.
Durante la visita a la ciudad de Artemisa, como suele ser habitual en sus vídeos, Camallerys combina información cultural con detalles prácticos relacionados con la forma de transportarse o qué comer.
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