La Unión de Residentes Cubanos en Argentina (URCA) ha regalado al Gobierno cubano una réplica de la gorra militar de Fidel Castro. Se trata de una escultura gigante de 2 metros de largo y 60 centímetros de alto, que pesa casi 30 kilogrados (66 libras).
La obra, hecha por el artesano Mario Garabello, se expondrá en el Museo de la Revolución de la Habana Vieja. En la donación han participado además miembros del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba, MasCuba.
Según publica el diario oficialista Trabajadores, la idea de hacer una gorra gigante de Fidel Castro surgió en Buenos Aires, durante una conversación con Ramón Labañino, uno de los cinco espías cubanos, considerado héroe en la Isla.
La gorra gigante fue colocada en un andamio y sacada en procesión durante el desfile del pasado 1ro de mayo en Cuba. No fue ni mucho menos el objeto más curioso que sacaron los cubanos ese día a la calle. En la Isla de la Juventud desfilaron llevando en volandas un cake y panes gigantes.
Supuestamente, los homenajes a Fidel Castro están prohibidos por ley en Cuba. Tras la muerte de su hermano, Raúl Castro aseguró que el propio Fidel le había encargado que no quería convertirse en objeto de culto. De esta forma, ninguna escuela u hospital llevará su nombre. Sin embargo, los medios de comunicación oficialista impulsan la propaganda en torno a su figura.
Los residentes cubanos en Argentina que han donado la réplica de la gorra de Fidel Castro no son los únicos que han mostrado su apoyo al castrismo en los últimos días. También lo hicieron esta semana cubanos establecidos en México, que aseguraron al vicecanciller Rogelio Sierra que estaban dispuestos a defender la Revolución.
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