´Luego de 10 años de investigación, pruebas, conferencias y perfeccionamiento de fórmulas, el primer cemento ecológico cubano podría empezar a fabricarse este año en Sancti Spíritus.
Expertos cubanos y suizos, liderados por el profesor Fernando Martirena, han estado trabajando para encontrar la solución al segundo material más utilizado en el mundo y responsable del 8% de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, razón por la cual surgió el LC3 o cemento de arcilla calcinada, que se encuentra en proceso de prueba industrial comercial en la fábrica de cementos de Siguaney.
"La mezcla tiene como novedad la sinergia entre la arcilla calcinada y caliza, lo que influye en la reducción de los volúmenes de clínquer, elemento más contaminante en las composiciones comunes, y reduce así las emisiones de dióxido de carbono", explicó Martirena al periódico Escambray.
La fórmula del LC3 se descubrió en el año 2009, fruto de la colaboración entre el Centro de Investigación y Desarrollo de Estructuras y Materiales (CIDEM), adscrito a la Universidad Central 'Marta Abreu' de Las Villas, y la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, Suiza; y en 2010 se presentó en Cuba y se designó Siguaney como la fábrica experimental.
"En 2013 hicimos 113 toneladas de LC3 en la fábrica con muy buenos resultados y ahora preparamos la que pudiera llamarse la primera producción comercial experimental porque vamos a hacer unas 4 000 toneladas", dijo Martirena.
El material ya está teniendo demanda internacional. Actualmente se está probando en Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, México y otros países del área, así como China y Tailandia. "En la India estamos en cinco compañías de cemento. En Europa estamos empezando en Portugal y posiblemente en Dinamarca. Existe una demanda grande en el mundo en este momento", compartió el experto cubano.
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