Parte importante del freno turístico acaecido en el primer trimestre de este 2018 ―que supuso una reducción del 7 % en la llegada de viajeros― ha estado vinculado con el desplome del número de turistas norteamericanos arribados a Cuba, y también con la disminución de vuelos procedentes de EE.UU. a la Isla.
Cifras recientes divulgadas por Martí Noticias citando a Havana Consulting Group ratifican esa idea, acompañada de dos hechos importantes que en el último cuatrimestre de 2017 aceleraron la crisis. Ellos fueron el conflicto generado por los presuntos ataques acústicos a diplomáticos norteamericanos en La Habana (dado a conocer a finales de agosto), y el paso del huracán Irma (ocurrido en el mes de septiembre).
Aunque la diferencia de vuelos en agosto de 2017, en relación con similar mes de 2016, fue de 738 vuelos más, a partir del siguiente mes todo cambiaría.
La diferencia se redujo notablemente en septiembre (+95 vuelos), y partir de esa fecha fluctuó, octubre (+164), noviembre (+23) y diciembre (+214).
La reducción se produjo a partir de enero de este 2018 (en que se registraron 585 vuelos menos que en enero de 2017). La tendencia continuó en febrero (-546) y marzo (-433).
Al cierre del primer trimestre de 2018 se habían registrado 2.819 vuelos de Estados Unidos a Cuba, lo que supone un 35.68% menos que en igual periodo de 2017, cuando cuando se registraron 4.383 vuelos.
A los dos fenómenos citados, se suma la alerta de viaje emitida por el gobierno norteamericano y las restricciones emitidas por la administración Trump, entre ellas la prohibición de hospedaje en los hoteles administrados por las FAR.
Sin embargo, el factor fundamental es la disminución de frecuencia de viajes a Cuba por parte de algunas compañías: American Airlines dejó de volar la ruta diaria que tenía a la ciudad de Cienfuegos desde Miami. Igualmente, Alaska Airlines dejó de operar a partir del 22 de enero su vuelo diario a la Habana.
El mercado canadiense, principal emisor de turismo a Cuba en los últimos 20 años, también ha sufrido variaciones y ha desacelerado su crecimiento en relación con años anteriores.
Algo similar ocurre con los seis principales mercados europeos emisores de turistas a Cuba, aunque experimentaron un crecimiento de 12.30% en el 2017 en comparación con el 2016, destacándose principalmente Rusia (62.03%), Italia (19.02%), Francia (11.83%) y España (10.54%). Sin embargo, si comparamos esa cifra con el 2015, se advierte una desaceleración del crecimiento en 24.23 puntos porcentuales.
La proyección del Ministerio del Turismo de Cuba para este año 2018 es de 5 millones de turistas. Una previsión que algunos consideran optimista en exceso, teniendo en cuenta la forma en que ha evolucionado el primer trimestre del año. La pregunta es si podrán arribar a la cifra ambicionada, algo que solo el tiempo podrá responder.
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