Un fallo en las luces de navegación fue el origen de un operativo policial que derivó en un escabroso descubrimiento por parte de la Guardia Costera.
Según reportó EFE, este problema llevó a los guardacostas a interceptar un barco pesquero y al acceder al interior se encontraron con varias cajas donde había restos de escualos y numerosas aletas cortadas.
El hallazgo se produjo cuando esta embarcación, de unos 12 metros, navegaba por los Cayos de la Florida cerca de South Sound Creek.
Posteriormente dieron la pertinente orden para que el pesquero "Miss Shell" se dirigiera a Port Largo, en Cayo Largo.
El citado medio detalló que los numerosos cuerpos desmembrados serán enviados a un laboratorio para conocer su especie. Los autores de este delito, cuya identidad no fue revelada, podrían enfrentarse a cargos por "posesión de especies prohibidas".
Desde el año 2000 las leyes federales prohíben la captura de tiburones para cortarles las aletas y desechar el resto.
En este operativo participaron integrantes de la Guardia Costera, la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) y de la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna de la Florida.
"Este caso en un buen ejemplo de la coordinación de agencias para parar la pesca ilegal" y permite "reforzar la eficiencia de la flota pesquera en aguas de los Cayos", indicó Rich Steidell, de la Guardia Costera.
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