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Al rescate de playa Yateritas, en Guantánamo

¿Qué ha sucedido realmente con playa Yateritas? ¿Hay motivos ocultos en su desarticulación como playa pública? ¿O responde a un abandono institucional, a la desidia que ronda la caída en desgracia de tantos lugares en la Isla?

Restos de árboles en la orilla de Playa Yateritas © Venceremos/Leonel Escalona Furones
Restos de árboles en la orilla de Playa Yateritas Foto © Venceremos/Leonel Escalona Furones

Este artículo es de hace 5 años

Ubicada a unos 39 kilómetros al este de la capital provincial ―en la desembocadura del río Yateras― históricamente “playa Yateritas” fue el principal destino playero de los residentes en la costa sur de Guantánamo, con una amplia presencia de servicios gastronómicos y recreativos para visitantes, tanto locales como extranjeros. Sin embargo, en los últimos años el lugar ha ido cayendo en un progresivo abandono.

En agosto de 2017, el periodista independiente Roberto Jesús Quiñones precisaba que “desde hace más de seis años” la playa de Yateritas “está cerrada por razones que todavía las autoridades no han explicado”.

(Captura de Google Maps)

En un artículo anterior, publicado por el mismo periodista en septiembre de 2015, aludía a "la militarización de las playas guantanameras", convertidas en "un coto exclusivo para militares y dirigentes cubanos de alto rango".

En su descripción de la historia del lugar, Quiñones recordaba que hasta finales de la década de los años ochenta se podía viajar desde Guantánamo hasta Baconao (Santiago de Cuba) por una carretera que bordeaba la costa sur de ambas provincias, ello hasta que los militares tomaron el control de la zona, considerada delicada por su cercanía con la Base Naval de Guantánamo.

Y precisaba "Inclusive Yateritas, un balneario situado a unos 40 km de Guantánamo, está vedado. No sólo los ciclones y la indolencia se han ensañado con sus instalaciones, sino que además cualquiera que se aventure a penetrar en ella puede ser interceptado por un guardia fronterizo. Lo menos que puede pasar es que le militar ordene marcharse de allí, aunque no existe un cartel que prohíba la estancia ni nada que identifique la zona como militar".

¿Qué ha sucedido realmente con la playa Yateritas? ¿Hay motivos ocultos en su desarticulación como playa pública y muy frecuentada durante años por los guantanameros? ¿O responde simplemente a un abandono institucional, a la desidia que ronda la caída en desgracia de tantos lugares en la Isla?

Playa enmarcada en una zona de innegables atractivos naturales, como las terrazas marinas del llamado semidesierto cubano (en la franja costera sur de la provincia), cierto es que playa Yateritas ha sido marcada por diversos desastres naturales, según destaca un reciente y pormenorizado reporte del diario local Venceremos, que clama por la urgente recuperación del lugar.

Unas fuertes crecidas del río Yateras en los años 1993, 1994, 1997 y luego las alteraciones provocadas por el sucesivo paso de los huracanes George (1998), Sandy (2012) y Matthew (2016), arrastraron grandes cantidades de arena hacia el mar, lo que habría limitado la capacidad de uso de la playa.

Ante los daños severos por los fenómenos climátológicos señalados, la infraestructura creada entre los años 60 y 80 del pasado siglo fue destruyéndose poco a poco, lo que trajo como consecuencia el progresivo abandono del lugar, hasta desterrar completamente su papel clave en el esparcimiento de la población guantanamera.

Restos de la cafetería construida muy cerca del mar (Venceremos/Leonel Escalona Furones)

Surgieron entonces como alternativas las vecinas playas de El Guanal (Doña Yuya) y Tortuguilla ―poco arenosas y más pequeñas― obligadas a acoger un creciente número de bañistas, que muchas veces permanecen hacinados por la falta de espacio.

En estos momentos, sobre la duna de Yateritas se acumulan grandes cantidades de basura y restos de árboles maderables, lo que conforma un panorama deprimente a lo largo de los más de 600 metros de extensión que tiene la playa.

Sin embargo, pese a la aparente inactividad, el citado diario aclara que desde el año 2003 Yateritas atraviesa una progresiva etapa de renacimiento de su duna y de su recuperación como ecosistema, gracias al desarrollo de un proyecto financiado por el Fondo Nacional de Medio Ambiente.

El plan es puesto en práctica por el Centro de Aplicaciones Tecnológicas para el Desarrollo Sostenible (Catedes), adscrito a la delegación provincial del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma).

“Se eliminó el bosque de casuarina, especie exótica invasora que aceleraba la erosión e inestabilidad en la arena de la playa, y se reforestó el área con plantas autóctonas, entre ellas el cocotero (Cocos nudifera) y la uva caleta(Coccolova uvifera)”, explica Zadiérik Hernández Ortega (Catedes).

Pese a que esas acciones habrían contribuido al mejoramiento de la calidad del paisaje con la aparición de nuevas especies vegetales; pese a que se habrían aplicado medidas de repoblación y cuidado de los manglares y a que en las márgenes del río "se fomentaron dos hectáreas con guayacán yocuje", lo cierto es que los guantanameros siguen hacinados en otras dos playas porque casi un kilómetro de su costa permanece poco apetecible para el baño.

Si han mejorado parte de las condiciones ambientales en playa Yateritas, ¿qué hace falta entonces para la recuperación integral de la playa?

Hernández Ortega ha insistido en la necesidad de demoler el edificio donde radicaba la cafetería-restaurante (que fue construido ilegalmente sobre la duna), y eliminar el vial de acceso a la actual infraestructura de la playa y posteriormente habilitar un nuevo parqueo.

Funcionarios entrevistados por el citado medio instan a que lo ideal sería que las nuevas instalaciones sean rústicas, con diseños atractivos y el empleo de materiales sostenibles pero a la vez resistentes de cara al paso de huracanes.

El potencial del lugar es grande y los expertos aseguran se puede aprovechar para la práctica del senderismo, el aprecio de la flora y la fauna, así como organizar paseos en bote por la laguna y otros planes semejantes, que incluso permitan crear puestos de trabajo para los residentes en la zona. Y es que lo realmente dramático e injusto es que desde el punto de vista natural la playa en sí permanece óptima para el uso como área de baño, a pesar de los destrozos causados por el huracán Matthew en la zona.

Maribel Martínez Turro (presidenta de la Asamblea municipal del Poder Popular en San Antonio del Sur) avisa de que el proceso de recuperación de los servicios de la playa entrará en el plan económico local para el año 2019.

Ello supondrá la solicitud de recursos financieros para costear el trabajo de una brigada especializada en demoliciones y mover grandes cantidades de tierra, escombros y basura. Según ha destacado, el propósito es que cuando concluyan esas labores se instalen kioscos móviles o permanentes de venta y otras ofertas para el disfrute de los vacacionistas.

En medio del creciente interés y recursos que van destinados al fomento del turismo internacional en Cuba, playa Yateritas necesita acciones urgentes por devolver a los residentes en Guantánamo 600 metros de playa que puedan convertirse, nuevamente, en foco de recreo y esparcimiento, como lo fue alguna vez. El tiempo dirá hacia qué horizonte se mueven las promesas.

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